Adolescencia.

Fastidio al máximo.

Pareces prostituta ¡¿no puedes sentarte bien?! -se para justo en frente de mi- ¡tampoco me tienes que contestar asi! ¡no te creas lo que no eres!

"Hola Ara, ¿cómo te fue en la escuela? ¿cómo estás? ¿qué tal tu día?" Ahg, cuanto desearía escuchar esas palabras.

Escuché cuando cerró la puerta de mi recámara. ¡ya ni un día puedo llegar en paz! ¡Vamos! No soy tan femenina a comparación de otras chicas lindas en el colegio, pero soy Ara, puff parezco hombre -volteé los ojos- escuché otro grito de mi abuela y antes de que volviera a gritarme me asomé frunciendo las cejas.
-Dale las llaves a Francisco.
¿quéeeeee? Mi día no puede ir peor, él es mi vecino de en frente es un curso mayor que yo pero, ¿conoces a los típicos niños estúpidos con las hormonas alteradas? Él es así. Un patán de primera.
-¿yo? ¿por qué no vas tú?
-Ya no te puedo pedir un favor porq.. -la interrumpí-
-ya, ya, ya agh ya voy.
Agarré las las malditas llaves y me puse mi chamarra. Me vi en el espejo, estoy bien despeinada pero ¿a quién le importa? No quiero gustarle o algo así.
Bajé las escaleras lo más rápido posible, ¡mierda! Tropecé pero no caí. Abrí la puerta y él se acercó.
-Toma. -le tendí las llaves-
-Si, ahorita te las traigo.

Está feo, así que quitalo de tu lista. En algún momento me pareció guapo ¿en qué estaba pensando? Nunca se va a fijar en mi  (eso espero)

-Gracias.
-De nada.
Antes de que dijera otra cosa le di la vuelta y cerré la puerta.

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Hasta aquí el capítulo de hoy, subiré actualizaciones cada que pueda (siempre *pone cara de felicidad*) ¡espero que les guste!
A quien engaño, nadie lo leerá pero aún así haré el intento. c:

Bonita tarde y les mando un beso con muuuuuuucho amor. <3