Devoción Ciega.

Yuri

Era una mañana soleada los rayos del sol atravesaban la ventana llegaba hacia mi rostro. Estos me despertaron, lentamente fui abriendo loa ojos y puede ver dormido junto a mi, mi esposo.

Lo amaba mucho, había caído ante sus pies pero eso no quitaba el hecho de no poder hacerle maldades, le hice cosquillas.

— Y-Yuri para— me dijo entre risas.

— Buenos días...— te robe un beso

— Bueno días Yuri — me lo regresaste.

Como todas la mañanas me levante de la cama mientras tu lo intentabas se podría decir, ya que sólo te hacías el dormido, solté una pequeña risita. Y negué con la cabeza, nunca cambiarías, de la nada mi vista se nublo un poco (mas de lo normal) y no pude ver por unos segudosr pero no le tome importancia, me cambie rápidamente la pijama mientras tu tomabas una ducha, salí de la habitación hacia la cocina (que me encaraba por que era para ti)haría tu desayuno favorito, como le decías tu huevos con todo pero técnicamente si tenia de todo,ya siempre alegabas que sabían parecido al kasudon aun que no lo fuera, rebane todo y empecé a sazonar mientras puse aguan para preparar café.

Llegaste y terminaste el café, mientras yo empezaba a servir.

— Yuri — me llamaste y voltie a verte y besaste.

Ah..como siempre había caído en tu trampa,no era justo siempre me a garra vas con la guardia baja, me sonreiste coqueto y me sonroje, algún día de estos me vengare, ya veraz

Terminamos de desayunar, empezaste a recoger la mesa, mientras yo bajaba al cuarto de lavandería.

Recordé lo que mi madre una vez me dijo "entre más blanca este la ropa, mas amor demuestras". Se que es un poco anticuando, pero  Era mejor así ya que no quería que se repitiera, la ropa blanca de colores. Aun que Víctor decía que lo aria, pero no lo dejaría.

Finalmente termine, alisnte todo para ir me al trabajo como todos lo días hay estabas con tu corbata mal acomodada.

— Víctor — Te reprendí, a como dandotela— ¿cuando aprenderás?.

— Perdón yuri. — te tocaste la nuca y yo lo negué.

Solté un pequeño suspiro y Sonreí un poco no valía la pena enojarse con tigo , tome mi maletín, y me fui ala puerta a tu me estabas esperando con una gran sonrisa, salimos de casa tomados de la mano hasta la acera, era hora de despedirnos , me diste un fuerte abrazo y un beso.

— ¡Yuri! — me llamaste y te miré— Te ves hermoso. Te amo.

Sonreí y empecé a caminar podía saber que me observar vas irme, sentía tu mirada sobre mi, sonríe aun mas. Amaba mucho a ese hombre él cual no tenía remedio alguno.

Empecé mi día meditando hacia él trabajo, me gustaba hacerlo tenia tiempo en el transcurso del camino me ayudaba a pensar y ha prepararme para él estrés del día, además hací siempre tenía mis ideas claras.

Me encanta pasearme entre los árboles, y sentir él viento, me hacia sentir vivo, la musica me relaja mis audífonos era uno de mis mejores amigos, la escuchaba siempre junto aun buen libro en él camino del autobús.

Le tenia mendido él tiempo, siempre podía terminar un capitulo a tiempo antes de la parada y esta no fue la excepción, baje y segui caminado faltaba poco para él cruze, pero de repente mi vista se empezó a difuminar.

Eschuche él claxon de coche, estaba en medio de la calle choque con alguien, me desoriente, estaba perdido, me tomo unos cuantos minutos reincorporar me, de inmediato mande un msj ala oficina de que llegaría tarde, y a mi octometrista el cual me dijo que fuera de inmediato.