Missing Hallowen

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Eran aproximadamente las cinco de la tarde, y el pequeño rizado de seis años estaba pegado a la enorme ventana de su casa, totalmente ancioso por salir a pedir dulces. Su madre, Anne, se encontraba en la cocina abriendo bolsas de dulces para luego colocarlas en un tazón. Entonces, mientras vertía los dulces en un tazón se acerco a Harry.

- Harry, amor, ¿no vas a salir a pedir dulces?

- No lo sé, no tengo a nadie con quien ir a pedirlos

- Pero hijo, es hallowen y....- empezo a hablar su madre pero no la dejo continuar ya que salio corriendo lo mas rapido que pudo. Había visto a un niño, igual de solo que él, sentando de espaldas en la acera en frente de su casa.

- ¡Adiós mamá, creo que encontré a alguien!

El pequeño habia salido inesperadamente, dejando a una Anne totalmente confundida. Harry se acerco al niño que sostenía en sus manos una especie de balde pequeño con forma de calabaza, muy parecido al que tenia el rizado. Se acerco a él y se sentó a su lado en la acera.

- Hola, me llamo Harry, ¿y tu eres...?

- Me llamo Louis

- Que bonito nombre. Oye... ¿Vamos juntos a pedir dulces?

- Si tu quieres....

En eso, antes de que los niños partieran, Anne se aproxima a ellos con una cámara digital en las manos, dispuesta a no dejar ir a Harry sin primero haberle tomado una foto con quien se había puesto a conversar.

- Cariño, antes de irte, dejame tomar una foto, ¿Si?

- Claro mamá, tomame una foto con mi nuevo amigo

- Eh... Esta bien, ¡Sonríe!

Harry muestra su mejor sonrisa, haciendo notar sus hermosos hoyuelos, a la vez que hace el signo de paz con sus dedos. Louis tan solo se limita a mirar a la cámara. Anne coloca uno de sus ojos en el hueco de la cámara y presiona el botón, toma la foto e inmediatamente sale un flash que podría haber cegado a cualquiera, menos al ojiazul. Harry toma a Louis de la mano, llevándolo corriendo hacia una de las muchas casas que esta dispuesto a visitar tan solo para pedir dulces. Al llegar, toca la puerta, y le muestra una sonrisa de oreja a oreja a una señora de aproximadamente setenta años.

- ¿Dulce o truco?

- Toma pequeño, sigue divirtiéndote

- Gracias... Pero... Falta mi amigo.- No pudo terminar de decir, puesto que la mujer ya había cerrado la puerta.

- Descuida Harry, aveces me pasa, mi disfraz no es el mejor de todos

Y era evidente, Louis solo traía una especie de bincha que aparentaba que le hubiesen traspasado la cabeza con un enorme cuchillo. Harry le mostró un sonrisa entristecida y lo llevo arrastras a otra casa. Y asi a todas y cada una de las casas que Harry conocía. Al terminar su larga caminata yendo de puerta en puerta, ambos niños se sentaron en una pequeña montaña de pasto inclinada que daba una excelente vista de las calles, los dos mirando al frente. Entonces el rizado vio lo llena que estaba su pequeña calabaza de dulces para luego inclinarse ligeramente y ver lo vacía que estaba la de su compañero. Asi que, sigilosamente vacío la mitad de sus dulces en la calabaza de Louis.

- Toma, come uno.

- Gracias, Harry.

El pequeño castaño de ojos azules, abrio el caramelo y se lo metió en la boca, mientras leía lo que llevaba escrito la envoltura.

«Me encontraste»

El de rizos asomo su cabeza para leer lo que decia, e inmediatamente abrio su caramelo y reviso lo que llevaba escrito su envoltura.

Missing Hallowen | Larry Stylinson OS Donde viven las historias. Descúbrelo ahora