Querido Scott...

Recuerdos

Es tan extraño como una persona que entra de la nada a tu vida, se convierte en tu todo. En la gravedad que te sostiene a la Tierra.
Yo no era una persona que demostrara muy abiertamente mis sentimientos, sufría, amaba y lloraba en silencio... Pero cuando el llegó, podía ser como en realidad era... 

Eramos tan distintos, como blanco y negro... Nuestros gustos casi no encajaban en nada, pero teníamos el lazo mas fuerte que nos unía. El amor...
No sabía que te había esperado toda mi vida... 

19 de Septiembre de 2014.

Dos años antes...

Me encontraba en mi nuevo departamento en Nueva York... Mis mejores amigos Ian y su novio Max me ayudaban a descargar y acomodar las ultimas cosas que faltaban para que este lugar pudiera habitarse. 

-Esta es la ultima Irina.- Dijo Max, con una caja en mano.
-Creo que esa caja tiene las cortinas, puedes dejarla sobre el sofá por favor.- Cerré la alacena dando por terminado mi trabajo en la cocina y me dirigí a la ultima caja para poner las cortinas en su lugar.- Ian, Max Pueden ponerlas en los ganchos de las ventanas, yo no llego.- 
-Claro Iri.- Ian y Max pusieron las cortinas y se tumbaron en el sofá. Ian en el sofá grande y Max arriba de mi-.

-Quita te gordo- dije riendo mientras lo tumbaba al suelo.-

-Ouch Irina!- Chilló- Mi perfecto rostro estúpida!- Ian y yo soltamos una carcajada por su comentario mientras el se levantaba e iba con su novio.- 

-Lo siento señor "perfecto rostro". Tienen hambre? Yo invito, es mi forma de agradecerles por todo lo que me han ayudado estos días...- 
-Queremos pizza!- Dijeron los dos al unisono.

-Bien, pizza será.- Me levante para ordenar dos pizzas y no tardaron en llegar.
Fui a la cocina para sacar unos refrescos y platos, nos sentamos en el suelo del living mientras comíamos pizza.-

-Oigan, esta noche habrá una feria en el muelle. Que tal si vamos?- Preguntó Ian al terminar de comer

-Oh si! Vi un anuncio en Central Park esta mañana. Se veía bien... Que dices Irina, vienes con nosotros?.- Los miré un momento para después asentir.
-Claro, a que hora?- Max miró su reloj y dijo:
-Son las 5:30. Que les parece si nos vamos a las 8:30? Empieza a las 8 en punto.- Ian y yo asentimos.

Ian y Max se despidieron no sin antes ayudarme a limpiar las cajas de pizza y alguna basura que quedará en el living.
Fui a mi habitación para decidir que ponerme.

Me di una ducha, me arreglé y estaba lista. Baje al piso de Ian. El y Max estaban cerrando la puerta de su departamento.
-Daaam Girl!! Si a mi me fueran las chicas tu serías la primera en mi lista- Max y yo soltamos una risita.
-Vamonos antes de que te robes a mi chico.- salimos a la calle y subimos al coche de Max, miraba por la ventana mientras Martin Garrix sonaba por las bocinas del coche... No tardamos mucho en llegar al muelle, Max estacionó el coche y bajamos. Ian se adelantó por las entradas en lo que Max y yo cerrabamos bien el coche. Caminamos a la gran entrada improvisada.-

-Estas bien Irina?- Volteé 

-Con que? - pregunté desconcertada

-Con todo, tu nueva vida, nueva ciudad... con... lo de tu padre.- dijo en un susurro y no pude evitar sentir dolor.

Mi padre, Derek era un gran hombre. El me cuidó desde que tengo memoria... fui hija única, pues mi madre murió al darme a luz y mi padre le guardo luto toda su vida. El murió hace 2 meses, era un Comandante del Ejército. 

-Estaré bien, lo extraño pero llorar todos los días y a toda hora no me lo regresará.- dije encogiéndome de hombros.- Max me abrazó y me dio un beso en la cabeza, llegamos a la entrada donde se encontraba Ian y caminamos a el.

-Al Fin!! Creí que me habían dejado aquí. Tomen, con esto pueden subir a cualquier juego sin hacer fila- dijo mientras nos entregaba un brazalete dorado a cada uno.- me puse el mio y entramos. Subimos a casi todos los juegos. 
Estabamos de camino al coche para volver a casa y vi a un chico muy guapo, el estaba parado justo a lado de un puesto de tiro al blanco. Me sonrió y después guiñó el ojo.
No le tomé demasiada importancia