¡Hola Akari-chan!
Sabes, desde la última vez que te ví no he podido dejar de esperar tu regreso. Recuerdo que antes de irte, me prometiste que irías conmigo a jugar conmigo al parque, además de ir a mi casa y ver películas juntas. No puedo evitar emocionarme cada vez que pienso en eso.Aún no entiendo por qué te fuiste... Todos los días espero a ver que entres por la puerta del aula, pero Himawari me dice que no volverás porque ahora vives en un lugar más bonito y alegre... ¿Por qué Akari-chan?
Sé que a veces te molestaban con tu falta de presencia, pero te prometo que no era cierto, en realidad, yo disfrutaba mucho de tu compañía.
Algo me parece muy extraño, pero cuando pregunto por ti, Himawari empieza a llorar, aun no lo entiendo...
Sabes, últimamente todo han estado comportándose raros, ayer oí a mi madre decir que necesitaban llevarme a un lugar, porque se estaba saliendo de control, no entiendo de qué hablaba...
Me levanté temprano como de costumbre para asistir a clases, y de camino me topé con Himawari. Todo el camino intenté hablar con ella, pero me empezó a evitar. Al acercarme a ella pude notar que se encontraba llorando. Le pregunté la razón, a lo que solamente me respondió: "Lo siento". Me sorprendí, el conportamiento de Himawaribes extraño, no la entiendo. Entonces, llegó mi madre en su pequeño auto, me dijo: "Sube". Yo le cuestioné, pero no me dijo nada, además, Himawari se fue con nosotras, me pareció muy extraño.
Llegamos a un lugar que parecía hospital, entonces mi madre y Himawari bajaron, y me instaron a hacerlo de igual manera. Al bajar, entramos al lugar. Me presentaron a unos tipos con apariencia de doctores, los cuales me guiaron a una sala vacía, antes de que me llevaran, pude darme cuenta de que mi madre y Himawari se quedaron llorando. Himawari corrió tras de mí, y me dio un beso vaya chica...
Hoy, me encuentro escribiendote esto en la pared, como no tengo lápices o crayones, lo estoy haciendo con mis dedos, aunque me duelen algo después de escribir tanto...
Te quiere: Sakurako.