Carta a mi amor a primera vista

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26 de Agosto de 2016

Llegaste a mi vida en el mejor momento, en el momento donde estaba comenzando mi nueva vida, en el momento que más apoyo emocional necesitaba porque nunca he vivido solo, en el momento en el que estaba saliendo de una depresión fuerte, en el momento en el que de verdad necesitaba a alguien porque he pasado demasiadas cosas por las cuales he pensado muchas veces en quitarme la vida, y eso lo agradezco porque por decirlo de una manera explícita, llegaste en el momento indicado. Llegaste a mi vida y todo cambio, pase de ser un vagabundo a ser un hombre feliz y con una sonrisa constante en su rostro, una sonrisa que nadie había visto en mi hacía mucho tiempo, me convertiste en un niño, feliz, con ganas de vivir, con ganas de volar, con ganas de gritar a los cuatro vientos lo feliz que soy con mi nuevo juguete, me convertiste en un perro, feliz y leal con su amo, feliz como el perro ve a su amo llegar luego de un largo día de trabajo y al verlo corre, brinca y muerde de la emoción. Así de feliz me sentí cuando llegaste a mi vida. Esa primera semana de mi nueva vida fue la mejor, tuve las mejores conversaciones, las mejores salidas, las mejores comidas, el mejor detalle, las mejores invitaciones, vi la sonrisa más bella, la mejor mirada, y sobre todo tuve la mejor confianza que he tenido con alguien y lo mejor de todo es que fue en solo una semana, aunque se puede decir que ni siquiera paso una semana, pues la confianza la tuve desde la primera palabra que salió de tu boca, la confianza la tuve desde que caminaste hacia donde mí y me saludaste como una persona normal, aunque no lo fueras, pues cambiaste mi vida en un abrir y cerrar de ojos, cambiaste mi vida en una palabra, en una letra, la cambiaste en un paso, en una mirada, en un suspiro. Me diste apoyo, me diste momentos, me diste detalles, me diste consejos, me diste sonrisas, pero eran sonrisas especiales, sonrisas de tan solo mirarte hablar, sonrisas de ver tu lengua y labios moviéndose mientras salían palabras de tu boca, me diste sonrisas a través de un teléfono, me diste sonrisas a través de mensajes, me diste sonrisas de muchas maneras, pero sonrisas puras, puras como una flor, puras como el amor de una madre, puras como el amor de Dios hacia la humanidad, sonrisas que valen la pena y de las cuales siempre tendré una fotografía mental, porque son las mejores sonrisas que he tenido, en especial cuando no tenía nada que comer y llegaste con un manjar a mi puerta, pues nunca me habían hecho eso, nunca se habían preocupado por mí de tal manera. Y si cogí las cosas muy rápido fue porque realmente me sentí especial contigo, porque nunca había conocido a alguien como tú, porque nunca me habían hecho tantas cosas, porque nunca había confiado en una persona tan rápido como tú, porque me sentí apreciado por alguien por primera vez en mi vida, porque me sentí feliz, porque me sentí capaz de correr descalzo, de volar sin alas, de gritar sin voz, de hablar temas irrelevantes y sin sentido y hacerlos temas interesantes y divertidos, me sentí capaz de hacer muchas cosas de las que nunca me imaginé ser capaz, perdí miedo a muchas cosas, me sentí confiado en poner cosas en práctica y que funcionaran, pero cosas que siempre ponía en práctica y nunca me habían funcionado, me sentí en confianza de hablarle a mis amigos sobre ti, de hablarle a mi familia sobre ti, de hablarle a Dios sobre ti, de hablar de ti y nunca cansarme, porque a todo esto sentí amor a primera vista, sentí admiración hacia ti, y en ti encontré el consuelo que tanto buscaba, sentí una paz que buscaba y no encontraba, sentí que era la persona que siempre había querido ser, en ti veía la persona que siempre había querido tener en mi vida, la dama que todo caballero desea tener. Pero todo se arruino, yo no era lo que tu buscabas, yo no quería lo mismo que tú, yo buscaba alguien con quien compartir buenos momentos de una manera, y tu buscabas con quien vacilar y no sentirte sola en tu nueva etapa, y eso es lo que más me duele. Me duele saber que siempre he sido una persona miserable, una persona buena que nadie ve, que soy la persona que nadie quiere a su lado porque no se sienten preparados para una relación seria con un chico serio y prefieren el vacilón que no lleva a nada, me duele saber que soy alguien que no quiere vivir porque es un estorbo para la sociedad, que soy una mala persona por tener frenillo, por tener problemas de la vista, por ser diferente a los demás, me duele saber que soy el orgullo de la familia y que no pueda ser feliz porque es la decepción de la sociedad, me duele saber que me dicen loco por ser bueno y de vez en cuando actuar de manera rara (la que para todos los demás es la buena), me duele ser un caballero porque a nadie le interesa, me duele tener valores porque a nadie le interesa, me duele tener conocimiento en ciertas áreas, me duele ser social, me duele ser detallista, me duele ser romántico, me duele saber tantas cosas, y sin embargo me quedo callado porque me duele saber que a nadie le interesa. Me duele ser hombre, me duele ser adolescente, me duele ser humano, me duele estar vivo. Me duele que se haya acabado tan pronto, me duele que no haya durado nada, me duele saber que tenía una vista a largo plazo, que en poco tiempo veía las cosas por mucho tiempo, que nunca fui capaz de captar las cosas de la manera en la que debía y todo por un malentendido, me duele saber que soy la misma persona depresiva que llego, que cambio, pero por muy poco tiempo porque nada duro lo que para mí se supone que durara. Me duele saber que todo se fue volando en una noche, que todo se murió y que todo costo algo, pero tampoco valió nada. Me duele ver como algo que prometía no prometió nada porque las promesas nunca se cumplen. Me duele saber que di todo, o mejor dicho, que di lo poco que tenía a alguien que lo tenía todo, que me entregue por completo a alguien que no conocía, me duele saber que no soy nadie, que soy uno más en la lista. Me duele saber que no funciono, pero de algo me siento satisfecho aunque no valga de nada en este mundo y es que me di cuenta de lo valiente que puedo ser en el tema más difícil de la vida: el amor. Te agradezco por este corto tiempo porque me dejaste conocerte, y abriste un tesoro en el que encontré partes de mí que nunca había visto antes. Sinceramente gracias. Me despido, tú puedes quedarte con el recuerdo de esta historia que no pudo ser, pero será, en otro tiempo, en otra vida, de eso estoy seguro, porque no era nuestro tiempo. Y espero que entiendas este adiós precipitado, pero inevitable, porque me gustaría quedarme para siempre en un rincón de tu corazón. Lo siento.

Te recordaré para siempre,

El Jibaro

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⏰ Última actualización: Aug 27, 2016 ⏰

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