capítulo II

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9 años despues...
Una tarde de primavera caía sobre Draxfor,un pequeño pueblo algo alejado de Ronsline,dándole la bienvenida a unos nuevos ciudadanos.
Un hombre y su esposa,salían y entraban de su nueva casa,llevando todas las cajas del camión de mudanza hacia su hogar.
-¡Josephine! ¡ayudanos con la televisión! -gritó Elizabeth,la madre de la familia.
-¡Claro! -respondió la unica hija del matrimonio.
Josephine,a diferencia de sus padres,era pelirroja y tenía unos ojos que cautivaban a todos,color avellana con un verde brillante.

Bajó del auto y ayudó a sus padres.Estaba encantada de empezar todo de cero,en un pueblo nuevo,con una casa enorme y un gran jardín trasero  para poder escribir sin problema sus poemas en aquella libreta marrón que llevaba a todas partes.

Mientras que sus padres acomodaban todo,ella aprovecho para echarle un vistazo a su jardín, quedó asombrada por la cantidad de metros que tenia este,y un enorme árbol en el centro que estaba justo enfrente del lago McRize.

Sabía que ese lago le daría problemas,por que los chicos del pueblo solían juntarse cada fin de semana y daban fiestas asombrosas,pero a Josephine no le gustaban las fiestas.
A un costado de su nueva casa,había un pequeño bosque,que estaba hermosamente decorado con las plantas y enormes flores que la primavera había traido,aunque con muchas ramas tiradas en el suelo.
Josephine se encaminó a su casa,pero cuando estaba a punto de entrar,sintió un ruido de una rama rompiendose,miro en dirección de donde provenía el ruído,creyó a ver visto una figura,vestida de un tapado blanco,pero le resto importancia,ya que Draxfor era conocido por los animales salvajes.
Subió las escaleras dando pequeños saltos,se preparó para ir a dormir en su nueva habitación.

Mientras que Josephine dormía,en una habitación algo lejana se encontraba su madre tendida en la cama con ropa interior sensual.

-Joe,ven rápido -Elizabeth jugaba con el encaje mientras esperaba a que su esposo saliera del baño.
-Ya voy querida,sólo dame un segundo -respondió Joe,mientras se colocaba el condón.
La mujer se levantó de la cama al escuchar un ruido proveniente de afuera.Abrió las cortinas y levantó la gran ventana.

Un fuerte grito hizo que Josephine se despertará.

-¡Mamá! -gritaba corriendo por todo el segundo piso.
Cuando llegó a la habitación de sus padres,paro en seco al ver a su madre tendida en la cama,con un corte en el cuello.

Se acercó lentamente llevándose las manos a su boca,en su vientre tenía escrito en sangre "Las perras deben morir".
Se alarmó al ver un enorme charco de sangre bajo la puerta del baño.Al abrirla encontró a su padre en la bañera,apuñalado varias veces y asfixiado con una pequeña liga.
Bajo corriendo al primer piso, tomó el teléfono y marco el 911.
-Hola,¿en que puedo ayudarla? -respondió una mujer del otro lado.
-Mis...mis padres...ellos están...están muertos -dijo tartamudeando- no se lo que sucedió,yo... -su voz se quebraba y las lagrimas no paraban de salir.
-Okey,tranquila,ya enviamos ayuda -le dijo la mujer mientras Josephine lloraba-no cuelgues.
-Es-está bien.
La chica se dio vuelta al ver una figura,completamente de negro y encapuchada.En su mano tenía un encendedor,de la cocina llegaba un camino de combustible.
-Hay...hay alguien aqui,conmigo...tengo miedo.
-¿Lo reconoces?¿Puedes decirme alguna característica?
-M...
La figura soltó el encendedor antes de que Josephine pudiera hablar y rápidamente pasó por al lado de Josephine,la apuñaló debajo de las costillas y salió corriendo.
La policía,ambulancias y bomberos llegaron unos minutos después,la casa estaba prendida fuego hasta la mitad.Lograron apagar el fuego pero sólo encontraron dos cuerpos.
El de Joe y Elizabeth.

Pero nadie sabía donde estaba Josephine.

OdeyaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora