Estaban las dos en el mismo parque en el que se vieron cara a cara.
Apoyadas en el mismo sitio en se relevaron sus secretos.
Qué recuerdos.
Había pasado tanto...
Martina la cogió de la mano y suspiró nostalgicamente.
-¿Te acuerdas de cuando me mandabas notas?
-Como iba a olvidarlo
-Gracias
-Ya sabes que no me las debes.
Habían pasado 4 años desde entonces. Desde aquel día se habían hecho inseparables. Y se habían ayudado y apoyado.
Martina seguía teniendo el pelo largo y negro, seguía teniendo aquella delgadez.
Irene seguía a teniendo el pelo teñido de blanco, pero había dejado de llevar lentillas para ocultar el verdadero color de sus ojos.
-Te debo casi la vida.
-Casi
-Pero te la debo
-Y yo te debo a ti que mi vida ahora sea como es.
-¿Y cómo es?
-Es casi como había soñado
-¿Casi?
- Sí, sólo que todavía mejor porque estas tú en ella.