En la escalera.

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Estoy sentada en la cama como indio, rodeada de mis dos amigas, Kate y Nath, sentados en el piso están Patrick, Mark, e Ian. Miramos una película de terror en la oscuridad mientras comemos palomitas endulzadas con miel (especialidad de Nath). La película no es tan interesante por lo que me pongo a jugar con el pelo de Patrick que está bastante largo como para hacerle unas trencitas, supongo que al lado de él esta Mark que lo mira cada tanto; debe estar asombrado de que su amigo se deje peinar por mí, pero lo que él no entiende es que con Pat somos amigos desde que entramos en la secundaria, como con Ian, Kate y Nath, y él solo es un invitado de Pat a una de nuestras noches de película.

El film termina como siempre, con final abierto, un fiasco.

Kate prende la luz y es ahí cuando me doy cuenta de la situación, le había llenado la cabeza de trencitas a Mark. ¿En qué momento se cambiaron de lugar? ¿Por qué no me freno? ¡Qué vergüenza! El se levanta y me mira mientras yo lo hago, sonríe mientras se sacude la cabellera.

-¡Eh, Mark! Te queda lindo- le dice Pat mientras todos comenzamos a reírnos y el encoje un hombro.

-En mi defensa solo digo que fui víctima del miedo de una de tus amiguitas- pare de reírme al instante, podrían decirme todo menos dos cosas: "amiguita" y "cagona". Lo mire entornando los ojos y muy seria para que entendiera mi enojo.

-La cagaste amigo- le dice Pat a Mark palmeándole la espalda- hiciste enojar a nuestra chinita con la única frase que dijiste en tu primera noche de películas ¡Felicidades!

Todos se empiezan a reír mientras bajan y yo me quedo seria en mi pieza. Es obvio que es la última vez que viene, nadie me trata así y se ríe de mí en mi propia casa. Los escucho reírse en el jardín, seguramente ya sacaron las cervezas que debería haber traído Ian y se sentaron bajo el árbol del fondo, un sauce llorón, que con sus largas y caídas ramas nos escondió siempre de las miradas de mayores. Ese era nuestro lugar, donde confesábamos, reíamos, llorábamos, era la segunda casa de todos.

Bajo rápido pero a mitad de la escalera me encuentro en plena oscuridad con el rostro de Mark muy pegado al mío. Ahogo un grito de susto y lo miro a los ojos, dos faroles color miel, con luz propia, tenía que admitir que eran cegadores. Lo veo sonreír de costado. Se estaba riendo de mi otra vez. Torne los ojos para que entendiera que no me causaba gracia. Fue ese momento en el que deje de entender, fue ese momento en el que sentí su mano apretando mi cintura contra la suya. Podía sentir su aliento dulce llegar a mis labios debido a la cercanía. Sentí su otra mano acariciarme el cuello y subir a mi nuca para lograr que nos acercáramos mas. Seguía sin entender nada cuando su aliento mezclado con el mío perdió lugar con la unión de nuestros labios. Mi corazón se acelero de tal forma que estaba segura de que Mark podía sentirlo. Fue un segundo eterno donde me deje perdida en sus labios y... se separo, fría y bruscamente, otra vez con su sonrisa de costado, giro sobre sus talones y bajo.

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Hola chicas!!! Espero que les gustara este comienzo... se que es corto pero prometo subir uno mas largo mañana... estoy muy emocionada por que es mi primera historia!!!

no duden en dejar un comentario con dudas, sugerencias o lo que quieran!!! un voto por favor!!

besos amigas :) hasta mañana <3

Bajo nuestro árbol...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora