Karamatsu y el niño del bosque

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Eran las doce de la tarde en un pequeño pueblo escondido entre el espeso bosque que le rodeaba, solo existía una Iglesia, cuya misa había terminado hace dos horas, los residentes del lugar mostraban una sonrisa ya que hacia mucho que no se realizaban, la razón, la Iglesia había sido abandonada por los antiguos pastores con la excusa que esta estaba poseída por un espíritu maligno ocasionando que ningún otro sacerdote se acercara, hasta que un joven llegó al pueblo dispuesto a levantar el recinto nuevamente, este peculiar muchacho siempre llevaba una sonrisa en el rostro, sus gruesas y arregladas cejas le hacían tener una mirada encantadora, sus ojos eran de un color azul zafiro y su cabello poseía un color negro intenso, con pequeños brillos azules, de hecho parecía casi angelical.

Al principio las persona no confiaban mucho en el muchacho, era demasiado joven para ser un Padre, aun más fue su sorpresa al saber que también era un excelente exorcista enviado por el alto mando, de inmediato aceptaron al chico, hasta la actualidad ha sido él que daba la misa.

─¡Padre Karamatsu!─ corrieron al susodicho abrazándolo, karamatsu era muy querido por los niños de pueblo y aveces los padres lo contrataban como niñera.

─Oh!, my little childrens!─ respondió con una de sus frases "dolorosas"

─¡Basta Padre!, ¡Sus frases son dolorosas!─ carcajeó uno de los niños ganando a cambio un puchero del mayor

─ ¿No comprendo qué es lo que los lastima tanto?... todos me dicen eso─ se quejó mientras hacia una pose dramática colocando su mano en la frente, se podría decir que hasta emanaba brillos imaginarios.

Los niños que no paraban de carcajearse, se tiraron al piso, fingiendo que les había roto las costillas, mientras trataban de decir "lo doloroso que era"

─ Ustedes son tan crueles─ Karamatsu dijo divertido─ ¿y bien?, ¿Qué les trae por aquí?─ Uno de los niños se levantó del piso recordando a lo habían venido.

─ ¡Hemos encontrado a un niño perdido!─ mencionó alarmado

─ ¿Perdido?

─Si, es un niño bastante extraño, la verdad nos dio un poco de miedo... estaba arriba de un gran árbol y no quería bajar

─Oh my God! ¡Podría caerse!─ Karamatsu empezó alarmarse por las palabras de los niños─¿Dónde está esa pequeña criatura?─ Los niños ignorando las frases dolorosas que Karamatsu no podía evitar decir, lo llevaron al bosque que conectaba el pueblo con la ciudad

Por razones extrañas ese bosque siempre emitía un sentimiento de opresión y por obvias razones a Karamatsu le afectaba más al ser muy sensible a lo sobrenatural, el joven Padre no sabía que los niños habían entrado al bosque siendo que era un lugar muy peligroso y sobre todo solos, después de esto los regañaría, sin embargo, se estaba preocupando... se adentraron al bosque sin ningún tipo de protección, no estaba preparado, si en el peor de los casos, apareciera un espíritu maligno, con lo único que contaba en esos momentos era con su crucifijo y su preciada biblia.

─¡Por ahí!─ gritó uno de los niños interrumpiendo los pensamientos de Karamatsu, y en efecto en la cima de un árbol se encontraba un niño con ropas sucias y rotas, al parecer jugaba con algunas ramas con expresión aburrida.

─Boy!─ alzó la voz Karamatsu obteniendo la atención del menor─ ¿Podrías bajar de ese árbol?, es muy peligroso, Dios no quiera, podrías caer y lastimarte─ el niño en el árbol frunció el ceño al escuchar cierta palabra desagradable para su oídos, pero enseguida sonrió

─No quiero, estoy muy a gusto aquí─ dicho esto se recargó en el tronco, hurgandose la nariz con el dedo meñique

─Niño...─ murmuró el Padre teniendo una mala sensación acerca del pequeño, pero decidió ignorarla, después de todo solo era un inofensivo, pero un poco grosero niño y tenía que llevarlo a un lugar seguro, el bosque no es un lugar para ningún infante y sin decir otra palabra empezó a trepar el árbol

─ ¡Hey! ¡Ya te dije que estoy bien aquí!─ se quejó el niño alejándose del Padre y ocultándose en el follaje del árbol

─ ¡Te tengo!─ Karamatsu había abrazado al niño impidiendo que se moviera, sus ojos se abrieron de par en par al ver las heridas y cadenas que lleva el menor en pies, manos y cuello "¿un esclavo?" pensó, el pequeño aparentaba tener unos 8 años, su cabello negro alborotado tapaban sus ojos que al parecer eran de un color rojo opaco.

─¡Suélteme maldito pervertido!─ el niño se movió como lombriz para tratar de zafarse del abrazo del mayor, cosa que no consiguió, el constante movimiento brusco provocó que Karamatsu resbalara de la rama y cayeran los dos al suelo.

Karamatsu soltó un grito de dolor al recibir todo el golpe por tratar de mantener a salvo al pequeño ─¿Estas bien?─ con dificultad logró levantarse, los demás niños se acercaron preocupados ayudando al mayor

─Estoy... bien─ contestó un poco confundido a la amabilidad del mayor, fácilmente pudo haberlo soltado y no tener que sufrir esta caída.

Los otros niños lloraban abrazando a Karamatsu preocupados de que estuviera herido y el susto que recibieron por el impacto de la caída

─No se preocupen por mi, estoy bien mis niños─ acarició a cada uno en la cabeza con su brazo izquierdo─dime...¿Cómo te llamas?─ se dirigió al niño encadenado, este a cambio negó con la cabeza molesto

─¡Idiota!─ gritó enfadado─ no estas bien...¡Acabas de dislocarte el brazo!

Karamatsu se sorprendió, ¿Cómo se había dado cuenta?, este niño si que era bastante extraño aun así sonrió y acarició su cabeza

─ Vámonos de aquí, estarás seguro en el pueblo─ con cuidado tomó la pequeña mano del nuevo niño para guiarlo─ En la Iglesia tengo un botiquín de primeros auxilios, curaré esas heridas que tienes

─ ¡Espera! ¡¿Qué?! ¿Eres un Padre?─ preguntó asustado, el niño que se negó a dar su nombre trató de escapar, siendo detenido por los otros niños─ ¡oh no!¡oh no!...¡Suéltenme!─ Karamatsu estaba preocupado por el cambio de actitud de aquel niño misterioso

─ Él Padre karamatsu te ayudará, no te asustes, es muy buena persona─ uno de los niños que lo sostenía trató de animarlo, en cambió el pequeño encadenado estaba a puntos de que las lágrimas traicioneras salieran ─ él ayuda a todo el mundo... aunque es aveces es muy tonto y su actitud es muy "Dolorosa"

─No soy un tonto...─ el drama de karamatsu se hizo presente con poses que parecían de novela ochentera, los niños no pudieron evitar reír, aligerando el tenso ambiente y calmando al dueño de las cadenas

─ Ught...apuesto que te arrepentirás de llevarme contigo─ susurró el de iris roja para sí mismo, y sin poder evitarlo fue llevado al pueblo con el Padre.

CONTINUARÁ....

Después de un siglo pude publicar el primer capítulos ¡SIIIIIIIIIII!, disculpen la tardanza y agradezco su paciencia conmigo... no soy un buen escritor...pero algo es algo QwQ... espero les guste este capitulo que al igual que el anterior le he cambiado algunas cosillas pequeñas :3, y espero no volverme a tardar tanto... merezco morir por eso XDU, no olviden dejar sus comentarios y sugerencias...eso alegraría a este sensualon neko XD

Se despide Aoi The Silent

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⏰ Última actualización: Aug 29, 2016 ⏰

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Caída al rojo tormento (Karaoso)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora