Prólogo

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Cuando fui solicitado para el servicio de la corona de Feicon, no tenía la misma convicción con la que ahora escribo estas palabras.

Primero debo pedir perdón a todas las personas que han sufrido por esta catástrofe, pero más que a nadie, debo pedir perdón a las personas que más amo en este mundo: mi compañera Nasya y mi dulce hija, Nila.

Espero, mi amada Nasya, que después de todo lo que ha pasado entre nosotros logres perdonarme. Siento ponerte a ti y a nuestra pequeña Nila en tan grave peligro. Las cosas horribles que tuviste que ver, las terribles experiencias que nuestra hija tuvo que pasar. Sinceramente lo que ha sucedido no me lo esperaba. Lo siento tanto. Sepan que las amo.

También estoy en la obligación de pedir tu perdón Lipo, gracias a ti estoy vivo para escribir estas palabras. Espero que puedas observar desde las luces del cielo el resultado de tu sacrificio. Te estoy enteramente agradecido, y es por eso que en tu honor dedico el fruto de nuestra investigación en este libro.

Y a la humanidad, perdónenme. La vorágine humana que se desató en los oscuros rincones del castillo de Rel'Gion me tuvo como testigo y complice.

 El desastre que tuvo su origen en el año de mil trescientos sesenta y cuatro. Una fecha que no se olvidará jamás. Sé que será recordada como la revelación de la desgracia, de la humillación...de la muerte. La podredumbre en que se sumirá nuestra existencia solo tiene un culpable y yo lo ayudé.

Ahora solo trato de ahogar mi conciencia y limpiar mi alma desenmascarando a quienes me utilizaron para salvarse del juicio del tiempo. No lo lograrán.

Para quien encuentre estas páginas, sepa que este es el testimonio de mi vida y de mi trabajo en los años que estuve bajo la corona de Feicon. Deseo que saque provecho y cuide de ellas como es debido.

P.A. r.c.
b.s. F.p.Arb.

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P.A. c.r.: Paolo Anton, Cronista Real.
b.s.: beneficiario de sinecuria.

F.p.Abr.: sello de la Corona de Feicon Posthus Abrerico.

La Plaga Cómic: Codex PlagueisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora