Insatisfechos

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-Esto no está bien, Draco... Se supone que nos odiamos.- Susurró hipnotizada por los besos que ahora descendían por su cuello.

-Yo no te odio, Granger.- Murmuró viéndola a los ojos, sonriendo. -Solo me gustaba molestarte porque tu me desafiabas.

-Eres el chico más desagradablemente raro que he conocido en mi vida, Malfoy. No comprendo cómo terminamos así.

-Fue el estúpido juego de Zabini. Ese juego muggle que tanto adora.

Recuerdo

Varios alumnos de diferentes casas, se reunieron en la sala de Menesteres con el fin de arreglar sus disputas entre ellos y pasar un buen rato.

Tanto así que terminaron divirtiéndose al beber y jugar entre todos. Como el clásico juego muggle de la botella.

Ese que consistía en girar la botella por turnos y besar al que fuera apuntado por ésta.

Tanto Harry como Ginny se negaron a jugar. Por lo que solo eran espectadores.

-Blaise, esto es estúpido. Podemos jugar a otra cosa menos incómoda.

-¿Tienes miedo, Draco?- Éste frunció el ceño y se sentó a su lado para participar. Un circulo dividido entre hombres y mujeres que reían y se miraban insinuosos entre ellos. Menos dos personas: Hermione y Draco. Ambos participaban por insistencia de sus amigos, pero sostenían en sus mentes lo tonto del plan.

Fue el turno de Hermione de girar la botella, siendo un poco brusca, al estar bajo la mirada de todos los presentes. Sobre todo su amigo Ron, quien ansiaba que el pico se detuviera justo frente suyo. Hacia años que le gustaba Hermione y no desaprovecharía una oportunidad de besarla. Pero su suerte y ánimo lo abandonaron cuando el pico apuntó a Malfoy.

Draco y Hermione se miraron en silencio, tímidos. Esto era una burla del destino.

-No tienes que hacerlo si no quieres.- Habló ella bajando la mirada al sentir su cara arder de la vergüenza. Draco por su parte, la miró ofendido, como si lo hubiese llamado 'gallina' y 'poco hombre' delante de todos. Así que no lo dudó. Se aproximó y tomó a la chica del rostro para juntar sus labios por un par de eternos segundos. Todos rieron e hicieron burla de aquello silbando y gritándole cosas a la pareja. Cosa que no solo molestó a los involucrados, sino que también a Ron, que los miraba con ganas de sacar su varita y convertir en excremento al rubio.

Draco se alejó de Hermione luego de darle un corto beso y sonriendo satisfecho al verla toda roja. Volvieron a sus lugares y el juego siguió con un par de giros más, pero terminó antes de que todos llegaran a participar, ya que se tornó aburrido.

Hermione y Draco no dejaron de mandarse miradas en toda la noche. Al igual que Ron no dejaba de quejarse de todo a su alrededor, por lo que discutía con la chica reclamándole el haber accedido a jugar tal juego.

Fue otra noche en que Ginny terminaba peleando con su hermano por defender a su amiga, la cual estaba a punto de llorar por la poca sensibilidad del pelirrojo, por lo que decidió irse antes de llorar frente a todos. Draco, al verla, se las ingenió para escabullirse y seguirla. Ella tomó un atajo hacia la torre de Gryffindor, desviándose completamente del camino y terminando en una torre con un gran ventanal solitario.

Él se acercó cuando la vio sentarse en el suelo y abrazar sus piernas mientras lloraba.

-Ese Weasley no parece muy buen amigo si te hace llorar, Granger.- Comentó parándose a su lado y extendiéndole un pañuelo con toda seriedad. La chica lo tomó y secó sus lágrimas.

El pico de la botella | DRAMIONEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora