Capítulo 1

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Junio 2016
Un par de meses antes nos matriculamos en un proyecto de intercambio, gracias a eso, ahora estábamos de camino a nuestro pequeño apartamento a 20 min de Londres, donde viviremos por dos años.

Acabamos de llegar al pueblo donde viviriamos y teniamos cita con nuestra para recoger las llaves y hablar del alquiler.

*30 minutos mas tarde*

-Aquí están las llaves del apartamento, si tienen algún problema, no duden en llamarme.- dijo la Señora Jefferson en un intento de simpatizar.
-Gracias-dijimos al unísono.

Entramos:
El piso parecía completamente vacío, a excepción de un colchón mugriento. Decidimos salir a comer, y si eso, pasar por una tienda de muebles. 
-¿Dónde comemos?-Dijo Emery mientras bajaba las escaleras.
-Salgamos a ver que opciones tenemos-dije siguiéndola.
Al abrir la puerta de la calle, chocamos con un chico hablando por teléfono, parecía que tenía prisa.
Después de 10 minutos andando, lo vimos, parecía perfecto, esto en España no se ve. Un acogedor restaurante de madera se alzaba ante nosotras. Comimos y tuve una visión, esta comida era nuestra nueva religión, y el Pret a Manger era nuestra nueva iglesia, y acabábamos de entrar. Después de la comida fuimos en la búsqueda de muebles para lo que seria nuestra nueva casa.
Compramos un par de tarjetas recargables y nos dispusimos a entrar al metro, cogimos un mapa del metro, a simple vista parecía complicado, pero fue sencillo llegar a nuestro destino, ya que habíamos buscado la ubicación en google maps utilizando el bello wifi de nuestro santuario.
Entramos a la tienda, que era enorme, había toda clase de muebles de distintos tamaños, colores y formas.
Emery me preguntó si quería que montásemos una sala roja, me negué rotundamente.
Al final de la tarde acabamos comprando un par de camas, cojines, sabanas, una nevera y algo que llevarnos a la boca la mañana siguiente. Al llegar a casa, los de la tienda nos esperaban en el portal, para poder subir los muebles.
Al ir a cerrar la puerta, cuando los de la tienda por fin se marcharon, vi al mismo chico con el que choqué antes, el mismo que no se disculpo, aun que se veía ligeramente distinto, volvía a hablar por teléfono y bajaba las escaleras a un ritmo acelerado.
Pedimos comida china.
-Y si robamos wifi, hay uno abierto.-dije llevándome comida a la boca.
-¿Cuál?-dijo Emery con la boca llena.
-Este parece super fiable, se llama: "Como te conectes te mato".-
-¿Estás de broma, no?-dijo escupiéndome el agua en la cara.
-No, es el único abierto que esta a tope, mira, tres rayitas y una bola de tres rayitas y una bola.-dije felizmente.
-Mmm, venga vale, pero si nos matan tu eres la responsable, el juez declarara contra ti.-dijo seria.
-I don't f*cking care, asumiré esa responsabilidad.-dijo segura.
Gracias al wifi, que iba de puta madre, hablamos un poco con nuestras familias sobre el viaje y el apartamento, y después de un rato nos fuimos a dormir.
Me desperté temprano ya que tenia tareas que hacer. Desayuné, dejé una nota a Emery y me fuí a comprar.

La voz de la nocheDonde viven las historias. Descúbrelo ahora