Una vez me había alejado unos pasos respiré tranquila, aunque a la vez temía la reacción de mi madre cuando descubriese que no estaba en casa.
Caminaba con cuidado, intentando esquivar toda cara conocida, pasaron quince minutos y ya podía ver a lo lejos el centro comercial, derepente aquel nerviosismo había desaparecido y solo quedaba una ilusión enorme dentro de mi.
Entré y busqué algún tipo de señal que me indicase donde era la firma,pero nada, así que decidí preguntar en alguna tienda.
Entre en una dónde me atendió un chico que me resultaba familiar,era calvo, alto, y su tono de piel era bastante claro, el me indicó por donde era la firma y hacia allí me dirigí.Pasaron las horas y ya eran las cuatro de la tarde, solo faltaba una hora para la firma y ya se podía escuchar a la gente inquieta. Esa hora me paso muy lenta pero porfin había llegado el momento, sólo me separaba una niña, de unos diez años, de cumplir mi sueño.....y porfin, era mi turno, mi oportunidad, me dirigí hacia ella y cuando le iba a entregar mi carta escuché una voz familiar que me llamaba:
-¿Irene? - dijo mi madre.