Capítulo III
Abro mis ojos lentamente, veo que este no es mi cuarto en el que estoy durmiendo. Miré a mi alrededor y me encuentro un cuarto gigantesco, la cama es muy grande y suave. Siento una ola de emociones viniendo sentía una mezcla de miedo y adrenalina, estaba evitando estallar en llanto. Claramente estaba asustada, de hecho esa era la razón por la que no estaba luchando y sentía pena por mis padres, me hubiera gustado despedirme de ellos
Miré a una puerta a mi derecha, me paré y caminé hacia ella. Abro la manilla y me encuentro un baño espacioso. Miré mi cara en el espejo, estaba del asco. Mi cabello lleno de nudos y mis ojos rojos e inflamados. Me sobresalte cuando mire al ángel atrás de mi. Traía una expresión de burla hacia mi. El empezó a caminar hacia mi mientras yo retrocedía. Busqué un objeto que podía tirar hacia el. Tiré lo primero que encontré y él lo atajó con una mano, me miró con una cara de diversión y siguió acercándose hacia mi hasta que no pude retroceder mas por que una pared me detuvo.
-Veo que tus padres no te enseñaron a ser más respetuosa hacia otras personas- dijo él con tono de burla cerca de mi cara
-Deja de acercarte o te dejo sin hijos- dije yo tratando de intimidar
-¿Cómo puedes hablarme así? ¿No sabes quién soy?- dijo el Ángel, no respondí y lo seguí mirando- Yo soy un ángel royal, segunda generación de la familia más poderosa de los ángeles.- dijo con arrogancia
-No me importa quien eres, no me importa donde vienes- dije tratando de imitar su arrogancia, luego de eso lo traté de patear en su partes pero el atajó mi pierna. Después me cargó en su hombro y me llevó hacia el cuarto mientras no pateaba y mordía todo lo que podía. Y me lanzó en la cama, yo me iba a parar para enfrentarlo.
-Ni lo pienses, no quieres salir lastimada- dijo en un tono muy serio. No le hice caso y salí corriendo para seguir peleando y el volteó con los ojos negros y sus alas se expandieron y las plumas se volvieron filosas. El ángel me lanzó pocas y me quedaron atascadas con mi ropa el la pared. Las plumas estaban clavadas entre mi ropa y la pared. No me podía mover, luego sentí un liquido caliente bajando en mi mejilla.
-¿Qué quieres de mi ?– dije gritando
- Eres mi Gamosh - dijo el Ángel cerca de mi cara, detallé su cara de cerca. Sus facciones eran hermosas, lucia muy masculino. El ángel pasó su dedo por mi mejilla, agarrando sangre de mi mejilla.
-Pero ¿Qué?, que diablos es eso – dije alterada
- El significado lo tienes que descubrir tu misma- exclamó el ángel real y se retiró dejándome estancada contra la pared. -No vas a poder salir, no lo permitiré- dijo mirándome a los ojos- No podrás salir aunque quisieras, ahora eres mía- dijo sonriendo mientras salía del cuarto
Cierro los ojos pensando en las palabras del libro. El Gamosh es una debilidad, como puedo ser una debilidad. No encuentro la forma de que pueda ser una debilidad mi corazón latía con fuerza golpeándome en el pecho.
Luego de un rato en la pared ya no sentía las piernas y los brazos, empecé lentamente a cerrar mis ojos...
----------------------------------Desperté en la suave cama, pero la luz me hizo despertar. Me estiré sintiendo mis músculos tensos. Mire a todos lados y estaba en la cama del Ángel, inspeccione la habitación y estaba sentado en un banco de la habitación viéndome fijamente
-Ten esta ropa, y toma un baño- dijo tendiendome ropa y una toalla. Luego salió del cuarto dándome privacidad
Me levante y camine hacia la puerta del baño, todo olía a él, huele bien. Entré al baño mientras me estaba desvistiendo, luego de quitarme la ropa me dirigí a la ducha para tomar una baño caliente. Siento que mis músculos se dejan de tensar y tallo mi mejilla que tiene sangre seca de un lado y lo trato de desinfectar. Luego de apagar la ducha, me sequé y me vestí con la ropa que me trajo el ángel. Era un pantalón con una camisa holgada que parece de el, me pasé las manos por el pelo para tratar de desenredarlo.
-Te traje la cena- dijo él mientras sostenía una bandeja con un sándwich con agua. No dije nada para que no volviera hacer lo mismo de ayer. En este momento no tenía mucha energía para pelear contra el
-Gracias- tome el sándwich y lo devoré junto con la bebida, estaba hambrienta, le devolví el plato y el lo puso en una mesa de noche. El ángel procedió a acostarse en su cama cerrando los ojos. Me senté en un banco en la esquina del cuarto. Empecé a inspeccionar el cuarto para encontrar una salida.
Entré al baño y se cerré la puerta poco a poco, recorrí la mirada en todo el baño y había un ducto de ventilación, esa era mi oportunidad, me metí en ese ducto, y comencé a mover los codos para poder avanzar, pasaba por una rejilla y vi la cocina y seguí avanzando para irme hasta la rejilla final para poder salir de este ducto, ya me estaba empezando a dar claustrofobia, ese ducto daba pase hacia un bosque. Corrí lo más rápido posible rascándome con algunas ramitas y piedras, avance como si me estuviera persiguiendo un león. Corrí sin mirar atrás sin pensar en las consecuencias que traería esto, luego empezó a llover seguí corriendo hasta que encontré una caverna para cubrirme de la lluvia. Pero se escuchó el sonido de un carro viniendo el mi dirección, corrí y escalé un árbol lo más rápido posible. Llegue hasta la cima del árbol y vi el carro del ángel, el lo estaba manejando, el ángel se bajó del carro y empezó a buscarme en la cueva después el salió de esta cueva y se volvió a meter en su carro para seguir buscandome.
Cuando vi el carro en la distancia, solté el aire que estaba reteniendo. Me bajé del árbol y seguí corriendo lejos de la cueva hasta que llegué a un pueblo. Todas las personas estaban disfrutando del día, empecé a mirar a mi alrededor para buscar un lugar donde me podría refugiar. Pero no logré encontrar un hotel, seguí caminando por este pueblo y me quedé pensando en cómo iba a escapar este mundo. Si no hubiera abierto ese libro... De pronto siento que alguien me agarra la mano y volteo. Era el ángel, me sobresalté
-No, no, no- dije suplicandole al ángel
- Traviesa, ¿Me extrañastes?- dijo con una sonrisa siniestra. El ángel me tomó para ponerme en su hombro y cargarme hasta su carro, yo pataleé y grité lo más fuerte que pude, nadie se molestó a voltear. Cuando me puso en el asiento del carro las lágrimas empezaron a bajar en mis mejillas. - Ni se te ocurra abrir la puerta- dijo con tono de advertencia.Este dio la vuelta hasta la puerta del chofer y encendió el carro- Ángel,¿no tienes compasión?-dije con mi voz ronca de tanto llorar y puse una de mis manos en su ala. El ángel miró mi mano y donde estaba localizada, este se sobresaltó cuando las plumas se volvieron más suaves el se sonrojó. Rápidamente quitó mi mano del lugar, sus ojos se volvieron negros llenos de deseo
-Nunca vuelvas a hacer eso- agarró mi mano y apretó su agarre, haciéndome gritar por el dolor después que la dejó ir mire mi muñeca se empezó a poner de un color morado y un dolor punzante salió a flote en mi muñeca haciéndome gruñir por el dolor.
Y allí se fue mi oportunidad de escapar...
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My Angel
Fantasy- Porque me tengo que meter en problemas por mi curiosidad, por querer averiguar ese secreto que tenia guardado este pueblo, y que me lo reveló ese estupido libro. Si no hubiera abierto ese libro y hubiera seguido las advertencias no estaria aqui y...