03.

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Me tumbo rendida en el sofá y mi hermana suelta una carcajada. Esta niña no sabe lo agotador que es estar toda la tarde/noche de pie en un bar.

-Anda, hazme hueco, culo gordo.-dice ella empujando para que le haga un sitio.

-Que hambre.-digo tocando suave mi barriga.-Ursula, ¿y mi móvil?

-Ay, no sé. Tu sabrás.

Busco como loca mi preciado y sagrado móvil por cada rincón de mi casa. Me desespero mirando en sitios donde es muy probable que no este hasta que llego a la conclusión de que lo he dejado en el bar.

-Dios, dios, dios.-digo cogiéndome de los pelos.-¡lo he dejado en el bar!

-¿Sigue abierto?-asiento.-¡pues corre tonta!

Echo una carrera-algo larga, por cierto.-y finalmente sí que estaba allí. Agradezco miles de veces a mi compañera Gemma por haberlo guardado.

El camino de vuelta a casa se me hace más pesado y las calles están oscuras y las farolas no iluminan una puta mierda, lo admito. Alguien me coge de la muñeca y me tira, guardo el móvil y me giro para intentar deshacerme de su agarre.

-¡Sueltame!-chillo entre lágrimas y el hombre-al que no puedo poner cara-, me tira aún más fuerte.-¡Hijo de puta, déjame!

-Calla niña.-oigo su voz ronca y me entra un escalofrío. Bueno o malo, no lo sé.

Cierro los ojos por un momento intentando no pensar en lo que esta pasando y escucho un golpe fuerte. Los abro y veo al hombre de antes tirado en el suelo y alguien encima suyo pegándole.

Mi héroe ha llegado.

Na, es broma.

El chico se levanta y se gira para verme. Mira, llámalo casualidad, destino o lo que quieras pero en casos extremos siempre esta Daniel para salvarme.

-Eh, gracias.-respondo tímida.

-No es nada.-sonríe de lado y me pongo algo nerviosa.-¿Te ha echo algo?

-No, no le dio tiempo.-digo mirando al suelo y escucho crujir mi barriga.

-¿Que tienes hambre o qué?-dice gracioso Daniel y no evito echar una carcajada.

-Hombre, no te lo niego.

-Vamos, te invito a casa a cenar algo y así te recuperas del susto.-propone y me quedo atónita.

¿Daniel invitándome a a cenar a su casa?

Creo que estoy con alucinaciones o algo, del shock del momento de antes o no sé.

-No sé..., no hace falta de verdad.

-Anda vente, además te acompaño también a casa.-dice metiéndose las manos en sus bolsillos delanteros.-Y si no vienes conmigo a que te invite a cenar, pues marcharé e iras sola.

-Esta bien.-accedo finalmente.

Tras unos quince minutos andando llegamos al fin a su casa. Abre y llama a Jesús para ver si esta. Me indica que vaya a la cocina y me siento en una de las sillas.

-Bingo.-susurra Daniel mirando la nevera.-Mi hermano ha dejado espaguetis, ¿quieres?

-Sí, vale.-afirmo y este coge dos platos y sirve una buena cantidad.

-Una pregunta, ¿porque me defendistes?

-Me dio la sensación de que debía hacerlo, aparte de que eres la hermana de la novia de mi hermano y que me quedaría con cargos de conciencia si no lo hubiera echo.-sonrío y este mete un puñado de espaguetis en su boca.

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⏰ Última actualización: Sep 10, 2016 ⏰

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Enamorarte. [Daniel Oviedo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora