Hola, mi nombre es jimmy

Parte I

Hola, me llamo Jimmy, soy un niño normal, en mi colegio siempre andan jugando conmigo, inclusive inventan juegos con mi nombre, está el Balón Jimmy, entrenar con Jimmy o inclusive el A ver cuanto resiste Jimmy sin respirar bajo el agua, pero en este son tramposos, me sostienen la cabeza para que ganen ellos. En el último Balón Jimmy me tiraron 3 dientes y me rompieron mis anteojos, mi madre estaba enojada, pero no importaba podía jugar con mis amigos, a mi madre no le hizo gracia y me mando a mi cuarto, pero ahí estaba mi amigo de trapo. Se me olvido mencionar que me encanta hacer muñecos de trapo, pero si ellos se portan mal les corto la cabeza y hago otros buenos.

Una vez mi amigo de trapo fue conmigo a mi escuela, mis amigos jugaban con el, creían que era un nadador pues lo tiraban al excusado y lo hacían girar o que era un balón aparte de mi pues lo pateaban, era raro, mi muñeco lo hice con una sonrisa, pero parecía triste con esos juegos, no me gusta que mi muñeco este triste.

Llegue a mi casa ese día, mi muñeco me pregunto porque yo no cambiaba los roles con mis amigos, que ellos fueran el balón ,que yo pegara o que yo apostase a cuanto resistían bajo el agua. Yo le dije que porque ellos eran fuertes y yo débil, ellos ágiles y yo lento. Me miro y me dijo que como muñeco el era eso y mucho más, tenía razón el siempre en mis juegos era un super-heroe o un bombero, y me puse manos a la obra. Con mi dinero compre un trozo de trapo muy grande, no tenía mucho, pero era lo que necesitaba.

Para empezar mi piel era un problema, eso me lo dijo mi muñeco, puesta esta me hacia lento y suave, así que fui a la cocina, agarre un cuchillo y me empece a sacar la piel como cuando uno pela patatas, fue doloroso y sangraba, pero mi muñeco me decía que era el relleno que se me salía y que pronto no lo necesitaría, surci la tela a mis músculos, primero el brazo y para finalizar el torso, solo me faltaba mi cabeza y mi corazón, pues siempre ponía algo dentro de mis muñecos que fuera su corazón, mi muñeco se ofreció para serlo, hice un corte donde estaba mi corazón y metí dentro a mi muñeco y con rapidez surcí de nuevo la yaga, ahora escuchaba a mi muñeco en mi cabeza, era una sensación hermosa, un amigo que me acompañara a todos lados.