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Las clases terminaron y guarde rápidamente mis cosas para ir a mi trabajo.
Si, como casi todo adulto tenía que tener un trabajo de medio tiempo para sobrellevar los gastos.


- De nuevo a correr ¡he jimin! .- Dijo JaeHwan detrás de mí


- Si siempre estoy ocupado .- Le sonrei


- Deberías salir a divertirte un rato ¿no crees? - Colocó su brazo alrededor de mis hombros, como un chico a su novia ya que Jaehwan esta más alto que yo.


- No creo que pueda, salgo de aquí y voy directo a mi empleo.


- Que hombre tan ocupado.


Sólo le esbozo una sonrisa y los 2 salimos del aula para así ir a tomar el autobús, llega mi autobús primero que el de JaeHwan.


- Nos vemos JaeHwan.


- Adiós Jimin - Me dice esbozando una sonrisa y con su mano diciéndome diós.


Subo al autobús y empieza mi recorrido hasta llegar a mi empleo.
Ya llegando a la calle de mi trabajo bajo de este y me dirijo hacia la pequeña cafetería, donde mi ocupación es ser el mesero y en algunas ocasiones soy el cajero, abro la puerta de esta y saludo a mis colegas para así entrar al cuarto de los empleados y ponerme mi respectivo uniforme.
Salgo y paso mi tarjeta por el escaner para que marque mi hora de llegada y así empiezo a atender a los clientes hasta que llegue el anochecer.


Son las 8:00 pm cuando por fin acabo mi turno, me despido de los demás y salgo para tomar el autobus.
Llegó a la parada y me siento en una banca que se encuentra ahí a esta hora los autobuses tardan más en llegar así que sacó mi celular, conecto mis auriculares los colocó en mis oídos y voy a mi lista de canciones donde pongo el modo aleatorio, empieza a sonar una canción de las tantas que tengo, y fijo mi vista al otro lado de la calle en un farol que ilumina la misma.


Así me quedo unos minutos perdido en mis pensamientos, cuando en el pequeño farol veo la figura de un chico, vuelvo a la realidad y ahora si me obligó fijar la mirada hacia aquella persona, que al parecer le gusta mucho el negro ya que toda su vestimenta es de este color, pero debo decir que con aquella ropa sale a relucir su hermosa piel pálida es como si fuera la luna en una obscura noche.
Veo como el alza su rostro para fijar su mirada con la mía, en su rostro no hay ninguna mueca, sonrisa o expresión de sorpresa sino que es inexpresivo.


De repente llega el autobús y se coloca justo enfrente de mi, haciendo que ya no vea a aquel chico si no a la estúpida publicidad que este trae, subo rápidamente para ver si lo logro ver por la ventanilla, pero cuando llego a un asiento para colocarme ya no hay nadie en aquel farol lo buscó con la mirada y volteo hacia adelante y atrás por si estuviera caminando para marcharse pero no está, simplemente desapareció.

Without SoulDonde viven las historias. Descúbrelo ahora