Tengo exiliado bajo mi alma de un beso que ya no existe, sobre mi mesa de noche tengo un par de luces tristes, hay dos docenas de quistes metidos en un cajón, el ritmo del desamor albergado en mi corazón, yo tengo en mi habitación con fiebre resfriado un drama, musical que no dedique y que escondí bajo la cama, me acompaña el recuerdo de una dama que anda a cuestas que ya no me ama pero tengo la pequeña esperanzas que quizás me extrañe en noches como esta. Mi trova de protesta ya mi tristeza denuncia, mis letras van de abogado y argumentan con la angustia de ya no sonreír tanto la cuarta vez mi llanto y esta desolación que hace años comparte mi cuarto. Bailo con el olvido, el brindis del desencanto y llevo manchada mi alma con gotas de vino blanco, ya no hay trato de nada el amor es tosco y punto y aún así es la enfermedad más sexy que existe en el mundo. El desconsuelo tras un rumbo en silencio a la libertad, una pregunta a la esperanza en manos de la soledad, un caminar con ansiedad para dejar surcar la magia y resistir con poesía estos días de nostalgia. Un romance me dijo gracias y se fue a volar cambie mis alas por cerveza y no lo volví a buscar, de viaje a otro lugar con mis vestigios por fortuna y con la dulzura que solo tiene la luna. Tengo una colección de arte que coquetea con mi locura, una melancolía gastada que tiene el alma desnuda, tengo una caricia muda que en tu piel quiere fugarse junto a una lagrima con la intención de suicidarse, tengo arcángeles de parces con quien sentarme a soñar, una sonrisa demacrada y cansada de susurrar, tengo ganas de jugar a esconderme en el armario y de escribirle a tu silencio un último poemario. Tan partidos los labios que mi Venus se voló, tan romántico y jodido que el amor ya no volvió, tan desolado que solo me acompañan estrellas cuando escribo esta epopeya con el labial de ella y trato de borrar la huella que dejo en cada latido un amor roto, herido incomprendido y no correspondido. Yo aprendí perdido en el olvido de mis versos que el veneno más sublime se vende en frascos de peso. Que al amor se paga un precio en ocasiones gigantes que al principio todo es dulce y termina siendo hostigante y aunque quiero enamorarme desde entonces no lo logro el resultado de ser Shakespeare en un cuerpo de ogro. Levanto mi vista y ruego una mínima respuesta, escribo cartas a Dios y con canciones me contesta, esta soledad que apesta y me acompaña hace horas, adentro muy adentro y me aprieta el tórax. Al otro lado del olvido en donde labios componen quiero que todos tus recuerdos por fin me abandonen, al otro lado del olvido en donde coleccionen los desamores que ya no quiero que me enamoren. y si finalmente renuncie a ti.
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Frases cortantes.
RandomFrases cortantes, prácticamente un resumen de lo que alguna vez nos ha pasado, decepciones, amores fallidos, momentos deprimidos, frases que te gustarán y llamarán la atención.