Shirokuro ; Primera Parte.

[CAPÍTULO 2]

La tripulación ya estaba preparada y lista para partir. Organizaban la separación de grupos en mitad de la cubierta de Thousand Sunny.

— Bien, haremos 4 grupos, Yo y Robin, Usopp y Chopper,  Zoro y Sanji,  y Franky junto a Brook. ¡En dos horas debemos estar todos en el Sunny Go, no debemos retrasarnos! — ordenó la navegante.

— ¿¡Por que tengo que ir con el Marimo idiota!?

— ¡Eso es lo que yo pregunto!

— Si os dejamos en medio de la ciudad destacarían más de la cuenta y probablemente los marines os descubran, lo que dará por seguro que vendrán a por el resto más tarde — pausó durante varios segundos mientras miraba los dos hombre. — además, os recuerdo que ambos tenéis un radar para encontrar a Luffy, al menos Zoro

— No estoy contento con esta decisión pero está bien — gruñó el peli verde.

— ¡No te tomes esto enserio Marimo! ¡Solo iré contigo por el idiota de goma! 

— ¿Desde cuando te preocupas por un hombre Sangrado Nasal?

— ¡No me llames así maldito marimo!

— ¡Haré lo que me plazca Sangrado Nasal!

Cuando los dos hombres querían darse cuenta, el resto se la tripulación se había marchado dejándolos solos.

— Se han ido...

— Venga cejita

— No me des órdenes marimo

— Si si, vamos

Por algún tipo de presentimiento ambos hombres se dirigieron con calma hacia un bosque apartado de la civilización. No sabían con exactitud si Luffy estaría ahí, pero algo les decía que sí. Aunque no pudieran captar la presencia oculta del moreno algo les dijo que él los estaría esperando en algún punto.

Aproximadamente una hora después —con quejas y peleas por parte del rubio y el peli verde— el crujir de una rama a sus espaldas los alarmó. Dándose la vuelta mientras se ponían a la defensiva, se encontraron al pelinegro apoyado en uno de los grandes troncos.

— ¿Y bien?

— ¡Luffy! ¡Queremos hablar contigo un poco! ¡Por favor! ¡Ven con nosotros al Sunny! — El cocinero es el único que hablo cuando la presencia del menor apareció. El pelinegro observaba al espadachín en total silencio mientras que este le devolvía la mirada.

— Esta bien, no hay ningún problema — contestó sin dejar de mirar al espadachín y viceversa.

— Entonces vamos hacia el Sunny

Los tres hombre tomaron rumbo de inmediato. El rubio se adelantó y se posicionó delante de la pareja a su espalda. Este se rió por lo bajo. Luffy podía a ver cambiado pero no todo era diferente, al fin y al cabo era el mismo idiota que junto al peli verde volvían al mundo loco.

— Ya se puede ver el Sunny — Anunció el rubio mientras miraba de reojo a sus dos compañeros. A pesar de todo Luffy les seguía apreciando, no se podía negar. El no les miraba con odio, todavía podían ver las pocas chispas de emoción que quedaban en los ojos del menor.

— Bien

Quince minutos más tarde ya se situaban en el comedor del Sunny junto a los demás tripulantes.

— ¿Y bien? ¿Queréis decir algo o es que verme comer es muy divertido? — Cuando el moreno habló tensó a todos los presentes. La situación se hizo incomoda cuando ninguno respondió.

— No has cambiado tanto Capitán-San, tú alimentación es tan extensa como antes

— ¿Cómo quieres que coma o si no?