Parte única.

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Jeon Jungkook, dieciséis años, nacido el 01 de septiembre, 1997 en Busan, Corea del sur.

Diagnosticado de cáncer de pulmón a los siete años.

Bien, tal vez ustedes creerán que al ser diagnosticado de una enfermedad que acaba con tu vida es signo de depresión hasta morir, ¿no? Bueno, ese no era mí caso. Que con tan sólo siete años de vida, afirmaron que ésta terminaría muy pronto, le dieron un límite a mí vida, privándome de tantas cosas que me habrían gustado hacer. Sentir la adrenalina en mis venas, euforia de ganar algo que valiera la pena, hacer un deporte, ganar un trofeo, tener amigos que no se sintieran deprimidos al verme. Una pareja. Pero; aquella última opción no fue privada de mí vida, aunque sabía que si llegaba a tener a alguien a mí lado lo lastimaría cuando el día de mí muerte llegara, cuando todo por fin acabara. Al final decidí arriesgarme y enamorarme de alguien, no sabía quién sería la persona que se arriesgaría, a la persona que no le importaría verme cada día de su vida conectado a máquinas, acompañarme a aquella sala del hospital en la que había pasado tanto tiempo.

Hasta que lo conocí.

El chico pálido de cabello mentolado que había conocido en la sala de espera en la que estaba diariamente junto con mí mejor amigo y mí madre, donde lo había admirado silenciosamente mientras el peli menta leía un libro, uno que no pudo descifrar cuando se levantó del asiento en la que estaba para acercarse hacia la secretaria para preguntarle por su amigo un tanto nervioso ante la respuesta de la chica, suspirando de alivio cuando le dijeron que lo único que tenía era un brazo roto gracias a la caída.

"Maldito Ji Min estúpido que hace cosas estúpidas." Esas fueron exactamente sus palabras cuando se sentó a mí lado. No podía entender por qué mí corazón estaba tan acelerado ni por qué aguanté la respiración por unos momentos antes de darme cuenta que casi no podía respirar y yo de estúpido aguantando mí débil fuente de vida.

"Vamos, Jungkook." Espetó mí madre levantándose del incómodo asiento junto con TaeHyung tomando mí mano con delicadeza jalándome suavemente, haciendo que me levantara de mí asiento después de tomar mí pequeña maleta de oxígeno, caminando a la salida del hospital dedicándole una última mirada al chico que creí no volver a ver nunca más.

(...)

26 de enero, 07:00 p.m.

Seúl, Corea del sur.

"¿Kookie?" Murmuró Suga, al notar que el menor estaba perdido en sus pensamientos, en sus recuerdos como perfectamente él sabía.

"¿Eh?"

"¿Quieres hacer algo, pequeño?"

Lo único que el menor hizo fue mirar con los ojos apagados nuevamente la ventana, admirando los copos de nieve que caían del cielo chocando con la ventana de la habitación. La verdad era que últimamente no tenía las fuerzas de hacer nada, estaba demasiado delgado según sus amigos y madre, más pálido de lo normal y por cualquier esfuerzo físico que hiciera, ni siquiera podía respirar adecuadamente, aún con el aparato que le ayudaba a respirar.

"Suga, quiero salir a ver la nieve." murmuró el peli negro perdido en la hermosa vista que había frente sus ojos, escuchando el suspiro que Suga había soltado al escuchar la petición.

"Pequeño, no creo que el doctor acepte."

"Por favor, Hyung. Te lo ruego, quiero ver la nieve."

No hubo respuesta de Yoon Gi, lo que hizo que Jeon se girara mirándolo con un puchero en sus labios, frunciendo el ceño al notar que el mayor tomaba su abrigo junto con el del más pequeño y se dirigía hacia su cuerpo apretando sus labios, esos hermoso labios que tanto amaba besar.

Snow (눈); YkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora