Nunca en mi vida había deseado algo tan forzosamente y desesperadamente como ahora, al menos comparándolo con el hecho de ver a mi hermano era totalmente distinto. Había algo que deseaba pero que nunca supe que podría nacer dentro de mí, pero allí estaba vivo y carcomiéndome por dentro sin embargo si lo pensaba con detención todo tenía un sentido; somos hermanos, la mitad del otro, los mismos pensamientos, las emociones.
Muchas veces en el pasado me había condenado el mismo hecho y me odiaba a mí mismo porque éramos el Ying y Yang, ahora que todo estaba bien con Saeoyung el egoísmo había hecho un nido en mi maldito corazón.
Me había repetido a mí mismo que era imposible que alguien como yo albergara este tipo de emociones, pero, el destino es un cruel hijo de puta riéndose nuevamente en mi cara deseando algo que nunca sería mío.
Yo la conocía, sabía todo de ella ¿Y él? Nada.
Conocía los datos de su familia había buscado cada dato hasta insignificante de ella; sus gustos, lo que la encabronaba, su risa, como se mordía los labios cuando estaba nerviosa, los lunares que parecían estrellas en su dulce cara...
¿Entonces por qué?
La había observado desde que habían ido a las mismas actividades de niños cuando eran pequeños todos lo habían rechazado menos ella, y le daba una sonrisa más cálida que el propio sol.
- ¿qué dices? Yo te debo proteger es una promesa del dedo, esas no se rompen. Mami dijo que si las rompes te crece una joroba y yo no quiero una. - Levante su cabeza en un acto de valentía y le apreté las mejillas.
- ¿Por qué lloras Saeran? - Se había escondido detrás de un árbol para que nadie viera sus lágrimas, pero aquella niña extraña todavía me seguía a todas partes.
- ¡Déjame solo! – Su voz parecía un poco más fuerte de lo que él había esperado y la niña extraña al parecer no le había importado, sentándose al lado de él.
Quería estar solo, sólo necesitaba a Saeoyung que viniera y lo rescatara de esta pesadilla. Aquellos niños lo seguían molestando y él no sabía cómo defenderse, aparte de las palizas que tenía que soportar de su madre también tenía que soportar a esos niños.
Esta vez le habían empujado contra el suelo, haciendo que se lastimara el codo ¿Cuánto más tenía que soportar? Quería que toda su vida terminara lo más pronto posible, pero allí estaba con esos grandes ojos suyos cafés examinándolo, preocupándose por él.
- Mmm, ¡Yo te defenderé a la próxima te lo prometo! – Su voz parecía tan decidida y convincente, pero era una niña ella no podía. Ni de juego se iba a dejar defender por una niña jamás.
Buscó algo en sus bolsillos de su pantalón de mezclilla oscuro y sacó un pañuelo además de un parche para las heridas, mirándome con preocupación tomó el pañuelo para acercarlo a mi codo.
- ¡Auch! Duele, basta. - Alejé mi codo debido que aún sentía un escozor en la herida, y di vuelta la cabeza para evitar su mirada, pero de todos modos podía sentir sus ojos observándome.
- No, no te dejaré. Yo cuidaré de ti, lo quieras o no ¡Escuchaste Saeran y no aceptaré un no por respuesta! -
Levante mi cabeza antes sus palabras ella se parecía tanto a él, y sabía que no se iba a dar por vencido fácilmente así que a regañadientes acerqué mi codo a su lado. Ella al ver mi reacción sonrió cálidamente y tomó mi brazo para limpiarlo de la tierra, una vez limpió lo parcho y con cara satisfecha me dejó ir.
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Ecos del pasado ( Saeyoung X Mc X Saeran) FF Mystic Messenger (Terminada)
FanfictionSaeran se ha estado recuperando de a poco con ayuda de Saeyoung que lo ha estado apoyando, desde que la verdad del mint of eye salió a la luz envolviendo a Rika Y a V's. Sin embargo al tratar de reconciliarse con su pasado no sólo involucra a Saeyou...