Y ahora estoy aquí acostada sobre mi cama, echa un ovillo sufriendo por dentro.
Las lágrimas ya no salen, no se si ya se han acabado.
Las lágrimas ya no curan este dolor, al igual que el trocito de metal que guardo en aquel joyero, aquel que sacó para curar este dolor.
Hay que demostrar por fuera lo que sufres por dentro.El dolor es lo único que me hace saber que estoy viva