3. Pequeña invitación

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Noelia pov's

Tyler puso canciones de Rihanna mientras íbamos en el coche, no me lo esperaba, además la tenía a tope, me doían las orejas. Conducía a una velocidad media a pesar de que su mercedes era un deportivo rojo e parecía que fuera más rápido, bastante llamativo.

-Nena, tus padres están en casa?

-Mi madre si.

-Mierda-dijo por lo bajo golpeando el volante.

-Yeh, tranquilo, pareces un perro que a detectado a alguna perra en celo.

-Lo siento, esque...

-Esque que!? Querías hacerme el amor, no es eso?

-Exacto- dice algo arrepentido

-Bueno, pues otra vez será.-No se en que pensaba si ni siquiera somos novios

Llegamos a mi casa y le invité a entrar, me daba lastima, pero claro lo tenía que disimular con mis super tácticas, y así hice.

-Hey guapo, quieres algo?

-Te quiero a ti-dice con tono pervertido mientras se acerca a mi para agarrar mi cintura, y cuando consigo darme la vuelta haciendo que nuestros pechos se junten y nuestras caras quedan  cerca, demasiado.

-Decía de beber inútil.

-A bueno pues agua, por favor-dijo Tyler mientras su mano que estaba en mi espalda, comenzaba a bajar hasta llegar a mi trasero.

-Mmm... Tyler...

-¿Si?

-mm... Para.

Quita su mano pero no se despega de mi, me mira con el ceño fruncido y yo bajo la mirada hacia su pecho.

-Voy a por tu agua Ty.

Hago que me suelte.

***

Estábamos sentados en la cocina. Oí como mi madre salía de su habitación y bajó, al vernos se acercó y nosotros nos levantamos del sofá.

-Encantada cielo soy Kate.

-Tyler, encantado, soy el no...

-Mi primer amigo en este intituto-interrumpí.

-Oh que bien, pero es normal que sea un chico guapo, en el otro también lo eran.-dice tranquila, pero con una pequeña sonrisa saliendo, pero no una de alegría, sino de orgullo.

-Mamá deja de llamarme zorra.

-Nunca dije esa palabra.

-¡Pero la pensaste!

 El salón se quedó en silencio.

-Bueeno, yo que mejor me voy. Adiós señora, adiós nena.

-Adiós Tyler...

-Adiós, encantada.-Dijo mi madre más tranquila.

-Igualmente señora. -Después de eso salió lo más rápido que pudo cerrando la puerta detrás de él, se pudo oir su coche arrancar y poco a poco dejar de oirse a medida que se alejaba del lugar.

  Mi madre y yo nos quedamos en silencio, hasta que decidí ir a mi cuarto a estudiar lo que fuera mientras no estuviera con ella.


Sam pov's






Vaya vecinoWhere stories live. Discover now