Todos corrieron desesperados hacia donde se oian los gritos,llegaron a la cascada donde habian estado anteriormente y undida en el agua se encontraba una jovencita inocente con alas de mariposa y un lindo cabello rubio oro, rapidamente Mar la saco del agua, desmayada la puso en el piso y Frengo le dio repiracion boca a boca, fue cuando desperto y recupero la conciencia. se hizo de noche y todos alrededor de una fogata para mantenerse calientes se empezaron a conocer mejor, sebastian le pregunto a la joven con alas de mariposa que cual era su nombre y ella respondio- Jill- Frengo dijo que - bonito nombre- -gracias- respondio Jill, todos se echaron a dormir y a la mañana siguiente todos despertaron excepto Sebastián, todos se asustaron y trataron de despertarlo, lamentablemente se dieron cuenta de que estaba muerto debido a un orificio profundo en su estomago y dijo Mar-probablemente fue Cego-, y ahi pasaron toda la tarde velando el cuerpo de Sebastian, era triste para todos su perdida.Llego la noche y decidieron hacer guardia para cuidar y no volver a ser sorprendidos. Fue cuando en la madrugada se fueron despertando uno por uno todos los jóvenes que se encontraban en la fogata, debido a unos extraños sonidos que se escuchaban alrededor, se sentían inseguros, por lo cual decidieron salir corriendo de ahí, el miedo se percibía por todo el lugar y Mar se soltó en llanto, - ¿por qué lloras?- le pregunto Frengo, - ¡por qué tengo miedo de que algo malo le pase a Esok- respondió Mar histéricamente, Frengo la abrazo hacia su pecho, empapandose de lágrimas. Siguieron caminando hasta que empezó a salir el Sol, de pronto, en el centro del campo, se ilumino una enorme luz roja y cautelosamente se acercaron a ella y Dina acerco poco a poco su mano, la cual temblaba mucho; y la toco con su dedo índice, justo en el momento que Dina tocó esa iluminadora luz roja, el escenario cambió drásticamente, paso de un hermoso bosque a una fresca y enorme playa, - ¡qué pasó!- pregunto Jill, -No -lo-o-se- respondió Dina, asustada, - lo que sea que haya pasado ¡no lo vuelvas a hacer!- dijo Frengo.