Capítulo único.

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Las cosas parecen haber tomado un rumbo totalmente distinto al que Muerte estaba acostumbrado a tener, desde el momento en que Vida se cruzo en su camino todo era mucho más llevadero. Aún los demás dioses no lograban establecer una posible cercanía amistosa con él, pero no era bueno forzar esas situaciones, con el solo hecho de considerar a Vida como su amigo, ya el sentimiento de desolación había desaparecido por completo del corazón de aquella deidad incomprendida. Pero algo extraño estaba a su vez creándose a medida que continuaron acercándose, platicando mutuamente y conviviendo más con el otro... Ambos lo sentían y por más que intentarse verse como amigos en sus encuentros, ese sentimiento se desarrollaba en el interior de sus corazones sin haber posibilidades de detenerlo.

Una tarde por casualidad, Muerte se encontraba por aun la naciente tierra que en un futuro estaría poblada de humanos, recordaba que justo por esos lares en que Vida y él se conocieron, no había muchas razones para andar por esos sitios, muy poca vida prosperaba allí, por ende, tampoco se daba mucho la muerte de algún ser vivo; su real razón era tan simple como lo es dar un paseo, nunca imaginándose que se toparía con una imagen que le afectaría por todo lo largo de la existencia del universo...

- Mmm... ¨¿Cómo podrá verse este sitio después de unos años?¨ - Suspiró teniendo en su mente aquella interrogante ya sabiendo que Vida es quien tenía encargado tener que hacer florecer esa tierra marchita, no sería una tarea sencilla, sin poner en dudas de que se llegaría a hacer un gran trabajo de creación en la misma, así se encontraba Muerte, vagando solo entre las inmensas rocas que se alzaban en el camino por donde iba. Repentinamente parece haber un sonido como de una respiración entrecortada detrás de unas rocas a su derecha, se puso un poco tenso pues no era común que hubiese alguien por esas zonas.

Con tan solo girar su rostro, sus ojos se posaron en una figura que sin lugar a duda reconocía como su amigo Vida. Pero su aspecto en esos momentos no mostraba la majestuosidad y viveza que suele siempre rodear ha dicho ser, siendo el caso en que se encontraba en el suelo apoyando sus brazos sobre sus rodillas de manera que pudiese apoyar su cabeza en ellas. Entonces al acercarse con cautela pudo notar que aunque Vida tuviese sus ojos cerrados había unos rastros de lágrimas en ellos, por un instante sintió que algo dentro de su pecho se oprimía con fuerza.

- ¿V-vida? ¿Qué te ocurre? - Por fin la voz de muerte parece hacer que el joven en el suelo apenas se moviese de su sitio, la Deidad más alta se arrodilla a su lado extendiendo sus manos en dirección al contrario, sin embargo solo una de sus manos toca el hombro ajeno buscando llamar su atención. - Vida, por favor responde. - Se sintió bastante preocupado por la forma en que estaba su compañero, demostrándose en su rostro dicho sentimiento.

De a poco Vida parece estar elevando un poco su cabeza, forzando una sonrisa entre sus labios, buscando verse más compuesto para no alarmar a Muerte. - No ocurre nada, solo estoy tomando un descanso, no te creas que esta labor es algo muy sencillo... - Menciona intentando sonar muy tranquil y sin ningún problema que le aquejara, pero a Muerte no se le podría engañar tan fácilmente, ya que rápidamente logró entender la mentira que intentaba formar. - No estás bien, si fuese así porque tendrías que tener los ojos humedecidos... - La voz del ser oscuro parece sonar bastante cálida a los oídos de la Deidad creadora de vida, no siendo solo su voz la que parece que hizo reaccionar a Vida, sino también como aquella ágil pero suave mano se coló sin previo aviso por el rostro del ojiverde, para de forma muy suave secar una lagrima que se encontraba en uno de sus parpados. - Sabes, aunque tengamos poco tiempo conociéndonos... Si algo te aqueja, puedes contar conmigo para hablar sobre ello, ¡Ah! Pero no quiero que tengamos una pelea. -

Vida no pudo evitar poder sonreír un poco mientras una risa algo aguda pero a la vez muy suave se hacía presente, al parecer ese comentario había sido lo suficientemente tierno que logro que el Dios pudiese sentirse un poco mejor de aquella situación. - No te preocupes, no te pediré que tengamos otra lucha como esa. - No fue del todo una batalla aburrida, pudiese intentarse repetir de nuevo pero este no era el momento para librar una. - Hey Muerte, solo... No estoy muy seguro de ciertas cosas, respecto al trabajo que debemos realizar... No deseo tener que crear una vida que luego va a desaparecer, si entiendes lo que digo, ¿Verdad? - Su mirada se había ahora encontrado fijamente con los irises dorados de su amigo, el cual comprendió entonces la incertidumbre y los temores del contrario, no pudiendo evitar exhalar un poco de aire en un suspiro profundo. - Te entiendo perfectamente, no quisiera que nuestras tareas tuviesen que afectarte de esta forma, yo no decidí tener que ser así. - Responde con cierta tristeza Muerte mientras desviaba la mirada, comprendía que su labor era algo que iría a afectar a su compañero y no quería que eso tuviese que pasar.

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⏰ Última actualización: Sep 03, 2016 ⏰

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