I Need You-Bunter

Capitulo 5

Blake

Llegué a mi casa, entré a mi cuarto y me deje caer en la cama.

¿Puede ser ese el chico para mí vida?

Se que es muy rápido para decir que me gusta, pero no se, me encantó.

Ese chico tiene algo especial, que me hace necesitarlo, ahora y mañana.

Paresco muy sicópata, lo sé, pero ustedes para entenderán cuando tengan un crush y quieran saber hasta cuándo va al baño.

Ojalá ser amigos y después ser algo más, quien sabe, en una de esas.

Bajé hasta la cocina y encontré a mi madre, la saludé y me senté.

Ella me pregunto el por qué estaba tan feliz, pero yo ni loco le digo, esa señora quizás me empieze a shippear con Hunter en todas partes, así que no.

Le dije que me encontré con alguien e hice un nuevo amigo.

Movió la cabeza, como modo de afirmación.

Terminé de comer y fui al parque, así me distraería, comí un helado, y como si fuera un cuento, me encontré con Hunter.

-Hola....
-Hey, ¿como éstas?
-Bien, y tú?
-Bien, gracias
-¿Quieres ser mi amigo?
-Mmm, no lo sé, soy muy malo en eso.
-Destruiste mi corazón 💔
-Ay! Perdón
-Como recompensa de lo de ayer, di que sí, porfis, porfis, siii.
-Bueno, 😹
-Yeii, yo lo sabía
-Lo siento, pero me tengo que ir, o sino mi madre me pegará con la chancla. Tengo que ordenar mis cosas, mi cuarto está hecho un desastre.
-Hahaha, bueno, ya conocí otra cosa de ti, eres un desordenado total.
-Ouch! Ya metí la pata
-Adiós
-Adiós

Otro día con el, diosito usted es muy bueno, gracias.

Como ya no tenía nada más que hacer, me fui a la casa y me dormí.

Después de un largo sueño...

Desperté después de un sueño, que no recuerdo.

Santos pepinos, tengo que ir al colegio.

Salí lo más rápido que pude de la cama, me bañé, me cepille los dientes, me vestí, partí a la cocina, la manzana me quedo en la garganta, pero vi la hora y eran las 7:30 am.

Faltaban 30 minutos, pero quize irme temprano para encontrarme con el.

Salí de casa y no escuché a nadie, así que me desilusioné...

Seguí mi camino hasta el colegio, me encontré con mis amigos.
Jacob, Daniel y Zara, no se que haría sin ellos, sobre todo Zara que no se calla nunca y no deja de hacerme reír.
A ella la conosco de pequeños, como de los 6 años, y siempre me a apoyado en todo, pero obvio que no en las tonteras de cabros chicos.

Sonó la campana y tuvimos que entrar a clases.

La maestra nos saludo y escuché un cuchicheo de que un chico nuevo entraba a este curso.

Después de un rato, el tan aclamado entró, la verdad es que ya sabía quién era pero me hice el desentendido.

-Hola, soy Hunter

Mmm, pero que extraño, no dijo nada más, me dio la curiosidad, le hablaré para ver lo que le ocurre...