Conociendo a un muy hermoso doctor

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Sólo unas cuantas monedas para las once de la noche, la luz de la luna bañaba el pequeño espacio en el suelo gracias a la ventana que dejaba ver los edificios de la gran ciudad. Cuatro pacientes no se habían presentado, y dos habían cancelado su turno, hoy no era un buen día para el Dr. Kim.

Estresado y con los ojos cansados comenzó a guardar sus herramientas y carpetas dentro de su portafolio de cuero negro, creyendo que su hora laboral había finalizado, pero al minuto 59 su secretaria entró al consultorio con una mirada seria.

-Dr. Kim, un paciente llegó hace a penas unos segundos, dice que tiene una cita para el día de hoy, le dije que ya se iba, pero insiste en verlo.

El rubio suspiró-¿Cómo se muestra el paciente, Bo Young?

-No lo sé, toca con frecuencia su cadera y parte pélvica... Pero dudo que sea grave, no tiene problema en poner encima suyo a la señorita que lo acompaña, doctor.

-Oh-pensó en irse, su día no había sido bueno... pero el paciente no tenía la culpa de aquello, debía ser profesional.

Ante el silencio que se había creado, Bo Young habló.

-Si quiere puedo...

-Hazlo pasar-la interrumpió-. Lo atiendo y me retiro.-le sonrió amablemente al darse cuenta de lo borde que había sonado.

La mujer se retiró y a los minutos se escucharon tres golpesillos en la puerta de su consultorio.-Adelante.

La puerta se abrió dejando ver a un hombre moreno, con cabello teñido de rosa. Era muy atractivo. Sonrió.

Su "modo zorra" había sido activado, era inevitable con tremendo hombre enfrente suyo, ¿no?

-Hola doc, disculpe el retraso-. Al rubio se le hizo imposible de ignorar la corriente extraña que había paralizado su cuerpo, y curiosamente su parte baja, por unos segundos cuando aquel moreno habló. No era su culpa que el de pelo rosa tenga una voz tan sexy y encantadora. Joder, ¿Por qué era tan calenturiento?. Aún con sus veintinueve años, sus hormonas era de las de un puberto de dieciséis.

El paciente suspiró-Tenía una cita para las nueve y media, pero lo olvidé. Estaba en casa de mi amiga y la hora se pasó volando. Disculpe-. Juntó sus manos, mientras hacía un puchero, que más parecía una mueca, pero aún así se veía muy adorable.

Jin rió. Le hacía falta pacientes como él. Siempre debía atender a abuelos malhumorados o a madres estresadas con aproximadamente ocho hijos en cada mano.

-No te hagas problema.-puso su portafolio sobre el escritorio para sacar nuevamente sus carpetas.-Dime tu nombre, bonito.

SeokJin se estaba arriesgando a ir con su bella cara hecha trizas a su hogar. Pues el hombre que tenía enfrente se veía muy masculino y heterosexual, pero de todos modos lo intentaría.

-NamJoon, Kim NamJoon-estudió a su nuevo doctor con la mirada. Estaba bueno, muy bueno. Un muñeco de carne y hueso-. ¿Y tú... cariño?-dijo siguiéndole el juego.

Está de más decir que ese bello doctor sería su medicina perfecta hoy.

-SeokJin, pero para ti, Jin.-sonrió.

Anotó el nombre de su nuevo paciente en su planilla y abrió su computador, viendo el correo que había enviado su secretaria con datos del moreno.

Kim NamJoon - 김남준
22 años.
Estatura: 1,82
Peso: 68kg
Tipo de sangre: A

Vaya que se llevaban años, ¡El paciente que se quería tirar era un niño! Igualmente la información leída no afectó ni un poco su deseo hacia él.

-Doc... Está tardando mucho...-ronroneó NamJoon mientras se dirigía a la camilla, sentándose a penas en la orilla de ésta con las piernas abiertas.-Mire, me duele mucho.-dijo mientras tocaba el bajo vientre y cadera.

El médico sacó su vista de la computadora y se dirigió hacia NamJoon, dejando una distancia considerable. Agarró el primer botón de su camisa de este, desprendiendo lentamente uno por uno. Mirando cada parte que iba siendo descubierta con hambre y descaro. Cuando llegó al final de esta rozó con su palma la entrepierna de su paciente, sintiéndose orgulloso por el pequeño suspiro que había salido de esos gruesos labios.

Deslizó la camisa por sus hombros, por ende estaba más cerca de su rostro, mirándose a los ojos fijamente.

SeokJin estaba considerando ir hasta su escritorio, agarrar un fibrón y en su frente escribir "FÓLLAME", ya que parecía que NamJoon no respondía a ninguna de sus tan obvias señales. O tal vez estaba siendo un descarado y el chico no estaba interesado en él, pero eso era imposible. Todos estaban locos por él.

«Lo que tiene de lindo lo tiene de tonto».

Rendido, se arrodilló. Dispuesto a hacer su trabajo, empezando a tocar con dos dedos el área señalada.

Las muecas que su paciente hacía eran extremadamente exageradas, sobreactuadas. Sospechaba que le doliera de tal manera. No había hematomas, ni por lo que llegaba a tocar, huesos rotos. Nada fuera de lugar.

Por otro lado, el pelirosa comía con la mirada a su doctor. Pensaba las mil y una cosas que podía hacer con él. Ya hacía un buen rato que estaba allí, pasando sus dedos por su cadera. Tal vez ya lo habría descubierto, debía atacar.

Agarró con demasiada fuerza el cabello de Jin, tirando un poco su cabeza hacia atrás. El rubio abrió la boca por sorpresa.

-¿Qué cree que tengo, doctor?-NamJoon hablaba con los dientes apretados, con voz repentinamente ronca. Su corazón latía como loco, estaba intrigado por la respuesta del otro ante su violenta acción.-¿No cree que estuvo ya mucho tiempo arrodillado entre mis piernas sin hacer absolutamente nada?

«¡BINGO!»

Jin calculó todo rápidamente; ya eran pasadas de las once, eso significaba que no había mucha gente en aquel hospital privado, pero la había. Eso era peligroso, y excitante.

-Mmh... El dolor que tenía aquí-señaló su cadera, deslizando su dedo índice por su bajo vientre hasta llegar al semi bulto en su entrepierna, donde descansó su mano entera.-se pasó aquí...-su mano subía y bajaba sobre el pantalón dura y lentamente-. ¿Cree que pueda hacer algo para aliviarme?

Su mano derecha seguía tirando su cabello, pero ahora con más fuerza. Ganas de comerte la boca sobraban.

Le encantaba el hecho de sentirse dominante, poderoso. Lo mejor de todo era que ese muñeco lo miraba desde abajo, suplicándole con la mirada que lo atragante con su polla.






( ͡ʘ ͜ʖ ͡ʘ)

Only attend to me; NamJinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora