Solo atiéndeme de esta manera a mí. 2/2

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Sus manos de inmediato fueron hacia el botón y cierre del jean de NamJoon, quería sacarlo, estaba desesperado. Siquiera se molestó en bajárselo por completo, solo lo necesario para liberar su duro miembro.

—Dime si te gusta, cariño...—acercó su cara a la polla del pelirosa, dando pequeños y castos besos en la base.—¿Quieres que sea buenito y me la trague toda?—sacó su lengua ensalivando todo el tronco, subiendo hasta llegar a su glande, el cual succionó.

—Sé bueno, y tendrás tu recompensa, bebé.

El estruendoso gemido de NamJoon se escuchó en toda la sala. Jin metió todo lo que cabía en su boca, su nariz aún ni llegaba a tocar su vello púbico, era muy grande.

Sus ojos estaban clavados en los de NamJoon mientras subía y bajaba su cabeza. De pronto la sacó.—No me has dicho si te gusta o no.—hizo un puchero mientras golpeaba el pene en su mejilla. Y se la volvía a meter a la boca.

—Mmmh bebé, me encanta.—sus gruñidos eran graves y ásperos.—Quise follarte desde que te vi ¿sabes?.—agarró laterales de la cabeza de Jin, simulando fuertes embestidas. Estaba a punto de correrse.

El rubio se soltó de su agarre, y sacó el pene de NamJoon de su boca. Bombeandolo con sus manos rápidamente.

—Vamos hermoso, quiero probarte—succionó el líquido preseminal y sacó su lengua, golpeando repetidas veces el glande en ella.

Jin quería tocarse, no era para nada fácil aguantarse las olas de calor en su hombría que le producían las expresiones de total éxtasis del moreno. Pero el pene que tenía en su boca era delicioso, quería más.

NamJoon no tardó en correrse en la boca de su médico, que gustoso lo aceptó, sin desperdiciar una gota.

—Ven aquí.—Aunque sus manos temblaban, por haber tenido una maravillosa felación, su tono era posesivo, autoritario.

Jin obedeció, no sin antes dar un pico en la cabeza de su pene.

—Estuviste increíble.—NamJoon lo agarró de la cintura, acercándolo, sintiendo lo excitado que estaba SeokJin.

El rubio se acercó lentamente a su rostro mirando sus ojos. Sus labios se rozaban, aumentando en ambos el deseo.

Enredó sus dedos en el hermoso cabello rosa del morocho, terminando con la distancia entre ellos, en un dulce beso.

No se conocían, sin embargo, sus bocas parece como si lo hiciesen de toda la vida. Se complementaban perfectamente.

El beso se volvió rudo y necesitado. Sus lenguas se acariciaban, danzaban y batallaban a la vez.

Las manos de NamJoon quitaron al estetoscopio de su cuello, su bata de doctor y su informal remera blanca, lanzándolos al piso. Bajó sus besos por el cuello de Jin dejando besos mojados, mordiendo y dejando leves y notables marcas allí.

—Eres hermoso—dijo en un susurro en su oído, mordiendo su lóbulo. Con sus manos fue descendiendo por su espalda baja. Adentrándose en su pantalón y bóxer, hasta tomar el trasero de Jin entre sus manos— muy... muy hermoso.

—Ah—un jadeo se escapó de los labios del rubio. NamJoon amasaba sus nalgas y enterraba sus cortas uñas allí. Delicioso.

Sacó los zapatos, el pantalón y bóxer de Jin, haciendo desaparecer su propia ropa también.

—Colócate aquí—. Jin obedeció y se movió entusiasmado hacia la camilla. Poniendo su pecho sobre esta, con sus pies de puntitas para levantar más su trasero.

Only attend to me; NamJinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora