L'amour Dans Les Rues de Paris ||Chat Noir y Tú||

Capítulo 7

Narra Adrien:

Ya había pasado a la hora de Biología nuestra última clase del día, me había sentado con Marinette, me agrada pero conmigo es muy tímida y torpe siempre tartamudea y no puede hablar ese comportamiento me ha hecho pensar que ella esta muy enamorada de mi, si soy despistado pero no tanto, es algo incomodo ya que no puedo corresponderle no la veo como una pareja potencial mas bien la veo como una gran amiga, no puedo negar que Marinette es una chica muy bonita y amable por eso ella merece un chico que la quiera tanto como ella a él necesita a alguien como... ¡Nathaniel! porque para mi Marinette no es mas que una amiga

Por otro lado esta LadyBug, creí que ella era la chica más perfecta que pude haber conocido me había cautivado desde el primer momento en que la vi, pero ese enamoramiento que tuve por LadyBug no era más que una falsa ilusión como pude enamorarme de una chica a la que no conozco y quizás jamás conozca, seguiría cegado por mi "amor" hacia LadyBug sino hubiera conocido a Mackenzie Delacour ella si es un ángel caído del cielo es la criatura más perfecta que ha pisado esta tierra, bueno para mi Mackenzie es perfecta en mi mundo no tiene imperfección alguna y si las tiene yo las veré como si fueran perfecciones, pero aun necesito conocerla más por eso la invitare a una cita, tengo que planearlo muy bien.

Después de haberme despedido de mi amigo Nino fui a buscar a Mack para llevarla a su casa, algo así como un gesto de cortesía, y aprovechar para invitarla a salir, pero al final fue ella la que me encontró a mi.

-¡Adrien!... ¡Rubio teñido!- Me grito Mack en cuanto me encontró, sus gritos hicieron que Alix y Chloe, quienes estaban cerca de nosotros, se rieran de mi.

-¡Oye!... No soy rubio teñido, mi cabello es totalmente natural- Me queje infantilmente haciendo un tierno puchero cuando estuve a su lado.

-Lo se, pero tenía que llamar tu atención de algún modo- Dijo dándome un pequeño beso en la barbilla, un gesto que me hizo sonreír como un bobo y desconectarme del mundo.-¡Adrien!- Me grito Mack en el oído haciéndome sobresaltar del susto y la mire fulminante.

-¡Basta de hacer eso!- Le di un pequeño y leve golpe en la frente con el puño, como si estuviera tocando una puerta.

-Lo siento, es que estabas perdido en la luna- Dijo riendo un poco, se veía adorable.

-Si, como sea- Dije indiferente.-Ahora tengo algo mas importante que decirte, My Princess- Dije con los nervios corriendo por mi cuerpo.

-¿Asi? Entonces dime que es tan importante- Dijo con curiosidad.

-E-eh... Y-yo quería i-invitart-te a... S-salir c-conmigo- Tartamudeo por culpa de los nervios que se habían apoderado de mi y me había sonrojado hasta las orejas, parecía que mi rostro quería competir contra el cabello de Nathaniel.-Ya s-sabes para conocerte mejor- Mientras decía esto no me atrevía a mirarla a los ojos, tenía la cabeza gacha.

-Me encantaría salir contigo, Adrien- Dijo emocionada, subí la mirada esperanzado casi de inmediato al escuchar esas palabras salir de la boca de Mackenzie.

-¿Enserio?- Dije con una sonrisa llena de felicidad, mis ojos habían tomado un brillo deslumbrante que expresaba mi alegría.

-Claro que si Adrien- Dijo Mackenzie, se acercó a mi y me abrazó dándome un beso en la mejilla cerca de mis labios, por lo que sentí un cosquilleo en mi estómago.

-Gracias por aceptar mi invitación, My Princess- Dije separándome de su cuerpo, que se amoldaba perfectamente con el mío, y le bese la mano con galantería.

-De nada, rubio- Dijo Mackenzie soltando una pequeña risa mientras le dio unas suaves caricias a mi cabello rubio, se sentía tan bien que estuve a punto de soltar un ronroneo, ahora se lo que sienten los gatos cuando reciben caricias de alguien.

-Princess, ¿Quieres que te lleve a tu casa?- Dije con los ojos cerrados disfrutando de las caricias que Mackenzie seguía proporcionando en mi cabello, pero después de un rato dejo de hacerlo.

-Me gustaría, es que ya tengo a alguien que me lleve- Dijo Mackenzie picando mi mejilla con su dedo índice.

-Por favor, por favor, por favor- Insistí un buen rato haciendo un puchero y ojos tiernos batiendo un poco mis pestañas, sabía que no podría resistirse a eso.-Por favor, no voy a dejar de insistir hasta que aceptes- Le di pequeños besitos en el cuello causándole cosquillas en la misma zona.

-¡Bien! Tu ganas, eres muy insistente- Dijo Mackenzie riendo gracias a las cosquillas que sentía por causa mía.- Solo dejame llamar a Joe para avisarle que no se moleste en venir a buscarme- Dijo Mackenzie separándose de mí sacando su Smartphone para llamar al tal "Joe".

-¿Joe?... ¿Quien es ese?- Dije celoso «My Princess no puede ser de nadie más que mía» Ese pensamiento hizo que me pusiera aún mas celoso de lo que estaba anteriormente.

-No... ¿Estas celoso?- Dijo burlonamente tratando de contener las carcajadas que iban a salir de su boca.-Joe es mi chofer y tiene 52 años, así que te pongas celoso Adrien- Explicó con una ceja alzada y una sonrisa burlona en el rostro.

-No estoy celoso- Negué con las mejillas ruborizadas.

-Ajá sigue mintiendote de esa manera- Dijo Mackenzie dándome unas palmaditas en la cabeza, como si fuera un perro.

-Con que esas tenemos... Ven aquí pequeña- Dije al tiempo que la aprisionaba entre mis brazos y empezaba a hacerle cosquillas como venganza.

-¡N-no Adrien!... ¡D-dejame!- Dijo Mackenzie riendo mientras se retorcía en mis brazos, restregándose contra mi cuerpo de manera inconsciente, esa imagen era tan fantástica que tuve que detener mis cosquillas porque si seguía iba a cometer una verdadera locura, como besarla o algo aun mas extremo.

-Eh... Ven te llevaré a tu casa, My Princess- Dije tomándola con delicadeza de uno de sus brazos guiándola hasta mi limusina.

-No estoy muy segura, que tal si eres un secuestrador y me violas- Dijo fingiendo inocencia y vulnerabilidad, ésta chica me va a matar de tentación.

-Bueno si me estas tomando por secuestrador, prometo no hacerte gritar tan fuerte cuando te viole- Le susurré burlona y seductoramente en el oído mientras le mordía el lóbulo de la oreja suavemente.

Mackenzie al escuchar mis mal intencionadas palabras se sonrojo violentamente, en su bello rostro ahora predominaba el fuerte color de la sangre acumulada en sus mejillas, bajo su mirada por un minuto y se recuperó lanzándome una sonrisa coqueta.

-Puede ser que yo no controle mis gritos- Dijo Mack pegándose peligrosamente a mi cuerpo por lo que pude percibir su agradable calor corporal, y yo por reflejo la tome de la cintura pegándola aun más a mi cuerpo.

-Ah...- Me puse nervioso y mire a todos lados tratando de evitar esa mirada de color azul zafiro.-¿Nos vamos?- Dije apuntándola la limusina que nos esperaba nerviosamente, puedo jurar que sude un poco por los nervios.

-Claro vamos- Dijo Mackenzie complacida al ver mis reacciones, mientras yo la tome de la mano en el corto trayecto de camino hacia el vehículo, y como buen caballero le abrí la puerta dejando que se montara ella primero para después subir yo a la limusina cerrando la puerta de la misma.