PRÓLOGO

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La puerta de la sala se abrió y entró un hombre. Tenía el cabello negro, y en medio de este, una calva mal disimulada. Iba vestido con un traje Armani y sostenía un maletín negro. En medio de la sala había una mesa alargada de madera oscura, rodeada por doce sillas a conjunto con la mesa. Todas aquellas sillas estaban ocupadas por hombres y mujeres igualmente trajeados, excepto una que quedaba vacía. El hombre que presidía la mesa se levantó de su asiento y fue a recibir al recién llegado. Este, lo saludó cordialmente dándole la mano e invitándole a entrar. Al momento, todos los hombres y mujeres reunidos hicieron silencio y se levantaron de sus asientos.
-Bienvenido Jacob. Ya veo que has acabado tu investigación. - Dijo el jefe con frialdad-.
-Sí señor -Contestó Jacob mirando al suelo-.
-Bien, puedes empezar mostrándonos tu trabajo.
Jacob se dirigió hacia la silla libre de la mesa, que se encontraba al lado del jefe. Allí dejo su maletín y lo abrió. De él empezó a sacar diversos tipos de material. Fotos, fichas, imanes... Lo cogió todo y empezó a colocarlo en una pizarra blanca que había apoyada en la pared. Cuando lo tuvo todo listo empezó a hablar.
-Empecemos pues. Me pedisteis que encontrara una persona representante para cada uno de los siete pecados capitales bíblicos. He aquí la lista: La lujuria, la pereza, la gula, la ira, la envidia, la avaricia y la soberbia. He conseguido encontrar a una persona que cumpla con estos requisitos.
Después de un silencio incómodo por parte de los presentes, prosiguió.
-He encontrado tres chicas y cuatro chicos. Venus, Frida e Iraia, que serán la lujuria, la envidia y la avaricia respectivamente. Y luego tenemos a Erich, Aitor, Matiu y Quer para la pereza, la gula, la ira y la soberbia también respectivamente
-Para la lujuria tenemos a una chica, Venus. -Dijo, señalando la foto que había colgado anteriormente en la pantalla-. Tiene dieciséis años y un coeficiente intelectual sorprendentemente alto. Actualmente reside con sus padres en un ático. A los doce años, su profesor de gimnasia la violó y ahora puede decirse que se ha vuelto algo "abierta de piernas".
-Para la pereza tenemos a un chico llamado Erich. Tiene diecisiete años y un coeficiente intelectual muy bajo. Éste reside con sus padres aunque nunca se ha comunicado mucho con ellos, pues casi todo el día trabajan o bien se encuentran ocupados. De pequeño, pasaba mucho tiempo con su abuelo, el padre de su madre, pero hace poco más de tres años murió de cáncer. A partir de allí entró en una depresión de la cual aún no ha salido, lo que le llevó al pasotismo por todo, lo cual a su vez le condujo a ese estado casi crónico de pereza y vaguería.
-Para la gula, tenemos otra vez a un chico llamado Aitor. Tiene quince años y un coeficiente intelectual medio, sufre una obesidad de nivel II. Vive con sus padres, aunque al igual que Erich no se comunica mucho con ellos, pero porque Aitor tiene antropofobia, lo que le causa ansiedad, que está a su vez, le causa la gula. Es un adicto a Internet, así que esencialmente su vida social consiste en chats anónimos y juegos de rol.
-Para la ira, también tenemos a un chico, Matiu. Tiene dieciocho años, un coeficiente intelectual medio y una gran inestabilidad emocional; aparte de esto, también padece heterocromía. Nació en un poblado Amish y aún cuando tenía dos años lo desterraron porque creían que la heterocromía era una maldición o un símbolo de mala suerte. Lo enviaron a un orfanato y una familia bastante humilde, rozando la pobreza, lo acogió.
-Para la envidia tenemos a una chica llamada Frida. Tiene diecisiete años y un coeficiente intelectual alto. Tiende a inventarse hechos que realmente no ocurrieron o a borrar hechos reales de su memoria para mantener su autoestima. Su madre era prostituta y su padre las maltrataba, tenía también un hermano que fue asesinado por Frida durante un ataque de ansiedad y aprovechó para culpar a su padre del asesinato. Su padre fue a la cárcel por malos tratos, pero como su madre no podía mantenerla, fue acogida por unos parientes lejanos de su madre. Actualmente reside con ellos en un piso en la ciudad.
-Para la avaricia tenemos a otra chica, Iraia. Tiene dieciséis años y un coeficiente intelectual medio/bajo. Su familia es rica y posee una gran casa rural pero aún así lujosa en la montaña. A los doce años la secuestraron para que sus padres pagaran el rescate. Durante el secuestro permaneció ocho meses encerrada en una buhardilla de una casa apartada en las afueras. Desde entonces sigue una terapia psicológica y solo quiere vivir la vida, pensando únicamente en ella y disfrutando de todas sus propiedades materiales.
-Para la soberbia tenemos a un chico, Quer. Tiene dieciocho años y un coeficiente intelectual alto. De la misma manera que Iraia, Quer es un ejemplo de "niño de papá" que tiene todo lo que quiere, aunque de una forma algo más moderada. Destaca en los estudios, en el deporte y en las relaciones sociales. No parece flaquear en ningún sentido, aunque es bastante débil psicológicamente y se suele dejar llevar en demasiadas ocasiones por sus sentimientos. Es muy competitivo y popular.
Dicho esto, Jacob guardó silencio y esperó a que el presidente tomara la palabra.
-Bien, has cumplido con tu misión y serás recompensado tal y como te prometimos.
Al momento, Jacob empezó a recoger sus cosas, las guardó en el maletín negro y salió por la puerta.

Las Siete Virtudes CapitalesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora