Título: Engordemos juntos.
_______________-¡Rubén!- gritaste.- ¡Tengo hambre!
-¿Y?- dijo desde su habitación.
-Aliméntame idiota.
-Eres muy fastidiosa, ya sé por qué tus padres no te quieren.- respondió burlón.
-Ellos me adoran, no pueden vivir sin mí.- dijiste presumida.- ¡me adoran, perra!
-Si te adoran con el hecho de dejarte en mi casa una semana para ellos irse de luna de miel.- soltó una carcajada.
-Rubén Doblas Gundersen, deja de molestarme y compra comida.- después de unos segundos, Rubén estaba sentado junto a ti.
-Cuando dices mi nombre completo debo tener miedo...- dijo y sonrió.- bien, ¿qué quieres de comer?- preguntó.
-Pizza.- levantaste los brazos como niña pequeña.
-Comida chatarra, por eso engordas y luego te quejas.
-Es mi problema y tú también comes eso, no digas nada y si me muero, que sea por comer.- recostaste tu cabeza en sus rodillas.
-¿Y si engordamos juntos para toda la vida?- te miro a los ojos.- seriamos la pareja más gorda en todo el mundo.- apretó tus mejillas.
-¡Auch!- chillaste.- puto.- le pegaste en la mano.
-Como te gusta romper los momentos románticos, ya me estaba poniendo todo gay, pero así te quiero.- beso tu frente.
-Shu, shu, ve por el teléfono y pide la pizza, me muero de hambre.
-Sí, yo también te quiero, Rubén.- contestó, tratando de imitar tu voz. A lo que tú le mostraste el dedo corazón.- sí, mucho amor.