(Arranca cortinilla de un programa nocturno de radio. Se oye un coro de voces femeninas que susurran, acompañadas de un ritmo pausado de timbales y otros instrumentos de percusión africanos. El ambiente es primitivo, cargado de seducción.)
(Entra la voz sedosa de la presentadora al tiempo que se escucha la música de fondo.)
Escuchas Radio Paraíso. Mi nombre es Maca y acabas de entrar en «La Zona Erógena».
La semana pasada, una escuchante de Oviedo, una joven alma herida —enfatizó— llamada Malena se quejaba de los dos últimos novios que había tenido o, como decía ella, sufrido. Dos jóvenes carentes de sensibilidad y romanticismo; ambos informáticos. La pobre Malena nos confesó que llegó a sentirse como una impresora en manos de semejantes brutos.
Tras su descorazonador testimonio, recibimos numerosas cartas de más chicas que habían padecido el mismo tipo de maltrato por parte de jóvenes informáticos; tantas que la dirección de este programa ha creído conveniente elaborar una guía amorosa para ayudar a este colectivo a pulir esas habilidades sociales y afectivas que todos llevamos dentro.
Hemos querido usar este símil, el de mujer = impresora, para captar la atención de nuestros queridos chicos, de los que tanto dependemos en nuestros respectivos trabajos. Nuestra guía se titula “Instrucciones de uso amoroso para la configuración y manejo eficiente de una impresora”. Esperamos que tomen buena nota, como brillantes y aplicados alumnos que son.
THE PRELIMINARIES
Se recomienda conceder un tiempo prudencial a la Impresora tras su desembalaje y conexión a la red. Nos referimos a saltarse los preliminares, querido mío. Si ignora este consejo, la Impresora rezongará por su torpeza «El sistema se está calentando, espere». No pierda tiempo y discúlpese de inmediato. Un traspié lo tiene cualquiera. Ella no se lo tendrá en cuenta si para ya de toquetear los botones.
READY, STEADY, GO
La Impresora se sentirá receptiva cuando aparezca el mensaje «Preparada para copiar».
Nunca antes. Nunca. Ya ahora adelante, campeón; sin miedo. Ya puede entregarse a fondo a la tarea.
SIZE MATTERS
Si acude a la cita con algún complejo, da igual que intente ocultarlo: La Impresora parpadeará en un tono neutro «Se ha detectado un tamaño A5 en la bandeja». Venta, machote, no se lo tome como algo personal. Ella no intenta humillarlo: la han programado así. Y no se hunda si acto seguido añade «Introduzca el cartucho negro». Ellas…, en fin, por pedir que no quede. Reconozcámoslo: el tamaño sí importa. Pero usted ni caso y no se nos venga abajo. ¡Ánimo!
PREMATURE EJACULATION
Si el ansia por ejecutar la tarea le traiciona y finaliza la copia en las primeras de cambio, la Impresora no le permitirá irse. Ni de coña, vamos. Recibirá el mensaje «Se está ejecutando un trabajo». Ande, no sea egoísta y espere. Recuerde que cada modelo de Impresora tiene su propio tempo.
INCIDENCES
Es posible que el anhelado final no esté a la altura de lo esperado (la informática siempre nos ha parecido una ciencia demasiado caprichosa). Lo mismo la copia acaba felizmente y, de común acuerdo, preparan el lanzamiento de otra. Si este es el caso, ¡CONGRATULATIONS, my dear Hacker!
Sin embargo también pueden surgir incidencias que dificulten la copia, a cada cual más indeseable. Veamos algunas de las incidencias más frecuentes:
5.1. «Problemas de condensación».
¡Salga de ahí dentro ahora mismo!
5.2. «Se ha producido un atasco en la unidad de registro».
Llame sin demora al SAMUR y prepárese para leer su caso un año después en el libro de algún gracioso conductor de ambulancias con pretensiones literarias. ¡Escritorzuelos!
5.3. «El cartucho de tóner especificado aún tiene el precinto puesto».
Bien, esto… la seguridad ante todo, my dear, que luego vienen los disgustos.
5.4. «Problemas con el rodillo de transferencia».
Hemos de ser sinceros: Aquí al equipo del programa no se nos ocurría que decir. Pero, por el mensaje, está usted bien jodido, amigo.
5.5. «Problemas con el tambor».
Esto… es obvio que la orden de copiar se ha desviado por una ruta equivocada (o alternativa, no es nuestra intención enjuiciar a nadie).
Y ya no hay tiempo para más.
(De fondo se vuelve a oír la cortinilla musical del programa.)
Os esperamos la próxima semana a la misma hora con otro excitante programa de «La Zona Erógena». Esta vez se lo dedicaremos al colectivo de bomberos, al que enseñaremos cómo asegurarse de apagar de verdad, satisfactoria y definitivamente un fuego.
Hasta pronto. Y recordad, queridas almas: ¡No hay goce sin roce!
Fin
Obra registrada en Safe Creative nº 1310106659705