Secuestro

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     *Bostezo*

     El tedioso ambiente de una ciudad, que no es más que cubierta por nubes y todo tipo de gases nocivos, nunca cambia, sea de día, sea de noche, el ambiente siempre es pesado.

     Con los ojos apenas abiertos apoyé mi cabeza sobre la ventana, la cual con el frío rápidamente se empañaba debido al calor.

     Me encontraba en un bus de regreso a casa luego del instituto. En este no habían muchos pasajeros y hacía paradas constantes, eso no hacía más que aumentar mi aburrimiento, abriendo paso así, al inevitable sueño. Ya de por sí es un trayecto largo, por lo que terminé por rendirme a la pesadez, y cerré los ojos.

     —"...zZzZ"—

     No habían pasado más de 5 minutos entre sueños, o al menos eso fue lo que sentí, cuando luego de tantas paradas oigo gente subir al bus, unos se sentaron a mi lado. No me inmuté al inicio, pues de tantas paradas, en algún momento tenían que subir más personas, pero...

     De tantos asientos vacíos, ¿por qué aquí?

     Decidí no sumarle importancia, así que seguí intentando conciliar el sueño, pero siempre atento alrededor, uno nunca sabe...

     —"...zZzZ"—

     —"..."—

     *Golpe*

     Un golpe en mi hombro interrumpe mi sueño, por su puesto no abrí los ojos de inmediato, probablemente no fue intencional; aunque, oía murmullos al lado, no soy de buscar pleitos.

     Debe ser un golpe accidental, pero aquellos murmullos... ¿hay solo una persona a mi lado?

     Mas mi incomodidad se presentó cuando me di cuenta que eso que golpeó mi hombro seguía ahí, no fue solo un golpe, se había apoyado en mi hombro.

     ¿Se quedó dormido? O simplemente está molestándome...

     Sentí curiosidad por ver quién era y qué era lo que estaba haciendo, aunque tenía un mal presentimiento. Así que en ese momento solo lo dejé pasar, decidí seguir durmiendo, pues no pasó nada más, solo era alguien recostado sobre mi hombro. Sin pensarlo más, me relajé y volví a tratar de conciliar el sueño por tercera vez.

     *Murmullos*

     —"..."—

     —"...e-espera"—

     —"...cállate"—

     —"...p-pero"—

     La concentración para dormir que había logrado fue interrumpida por dos voces, dos murmullos, quizás estaba muy atento a mi alrededor por mi propia seguridad, por no decir demasiado, aunque no entendía qué era lo que pasaba ahí.

     Esta modorra me está matando. Un momento... esas voces sonaron demasiado cerca, ¿qué dijeron?

     (Modorra: sensación de sueño, cansancio y/o agotamiento)

      Abrí los ojos lentamente, como si mis párpados fueran pesas de 5 kilogramos cada uno. Lo primero que distingo es un rostro femenino, uno muy fino, demasiado cerca al mio...

     —"yijiji~"—

     —"..."—

     Me quedé callado, era demasiado extraño, era una pequeña y linda figura femenina que me miraba fijamente, con sus enormes ojos celestes y una sonrisa burlona de oreja a oreja.

Doble Problema, Doble Confusión, Doble Depresión.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora