MARIA Y MARIANO

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Se me helò la sangre al leer la carta de Justo. Este hombre era el mismìsimo Satanàs! 

Volvì a casa y llamè a mi madre que venga  para mostrarle la joya que ya habìa colgado en mi cuello.

Ojeamos el diario de Marìa .

"La Liebres 1 de Octubre de 1831. 

Los primeros dìas que  llegò Mariano estuvimos algo distantes.

Una noche despuès de la cena salì a la galerìa a tomar  fresco y ahì estaba. Vì su silueta a travès de la luz de la luna. Estaba  observando el cielo. Era realmente un hombre guapo. Me atraìa su figura. 

Se dirigiò a mì y me dijo: 

- Venì Marìa,  te voy a contar. 

-Me llamo Mariano Paez . Soy hijo de Justo . Mi padre siempre me ha rechazado y se ha avergonzado de mi orìgen , de mi sangre .

- Cuando jòven  se enamorò  de mi madre,  Sayèn. Ella es india .

-Se conocieron en ocasiòn que mi madre era parte de la servidumbre de mis abuelos paternos. Ellos , al enterarse del embarazo    la enviaron  al campo con una familia conocida- tambièn con ella fue Gloria-  prohibièndole a mi padre todo contacto con nosotros. 

- A decir verdad tampoco le importò demasiado ya que al poco tiempo -obligado tambièn - se casò con la madre de Remedios. 

-Antes de fallecer  mi abuelo , le confesò a mi padre el lugar donde podrìamos estar. Yo ya tendrìa diez años cuando lo conocì. Mi madre aùn vive allì , con su nueva familia . 

-De todos modos Justo siempre me ignorò . Hasta ahora que me mandò a llamar  que venga a protegerte ,  controlarte y advertirle si es necesario,   de cualquier desliz que pueda cometer su futura y bella esposa , y me sonriò .- 

Le devolvì la sonrisa y  dudè de si esto que decìa era verdad.- Lo de bella serìa algo que se le ocurriò agregar ? 

Me sentè  en la hamaca y le preguntè :

-Y tù, dònde vives?

-En Buenos Aires,  en la casa de los Paez  desde que fallecieron mis abuelos hace diez años .-

El escenario era perfecto y tranquilo. 

Noche serena de luna llena, cielo repleto de estrellas y una brisa suave se deslizaba.  Sus  palabras eran dulces y amigables pero yo no  podìa controlar las emociones  ni los tiempos y mucho menos los nervios. Què me pasaba que estaba tan histèrica?

Y agregò:

 - Què suerte tiene mi padre tener al lado una mujer tan hermosa !

Este sì era un piropo directo ! Me invadieron  los fantasmas y Mariano ni se imaginaba lo que pasaba en mi interior.


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