Júpiter

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Solías ser de libros.
Me los leías en noches como aquellas donde Júpiter salia en su gran esplendor.

Siempre te enfadabas porque no te escuchaba. Decías que me quedaba embobado mirando Júpiter.
Me gustaba mirarlo, pero, oh Neptuno, nada se comparaba con mirarte a ti.

Y quién sabe.

Tal vez me merezco todo lo que me ha pasado, y lo que me va a pasar. Pero en verdad creí que esta vez sería diferente.

Lo creía.

Enserio, Neptuno.

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NeptunoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora