Todos tenemos un tesoro, es un diamante mágico, que todos disfrutamos, llegan personas a nuestras vidas y.. al diamante se le hace un grieta, esta solo la ignoramos y se lo entregamos a ese alguien que no lo merece, y cuando te lo entregan está lleno de grietas que parecen imposibles de arreglar. Este diamante se pudre, su magia desaparece, este diamante cálido y brillante se vuelve frío y oscuro, y cuando por fin esta volviendo a tomar su brillo su calor, este recae, esto pasa una y otra vez, nosotros solo nos alejamos, lo abandonamos, y con odio y rencor, soledad y miedo, lo envenenamos, lo abandonamos cuando más nos necesita. Pobre diamante mágico. Todo se calma cuando la persona esta sola y solo otra persona que tiene ese diamante mágico mas brillante que nunca y lleno de cicatrices, le cuenta la historia de aquel gran tesoro y he aquí el día en que todo cambia, he aquí cuando tu te das cuenta que ese diamante merece todo de ti, solo debes saber cuidarlo, saber darle su valor, pero sobre todo saber amarlo, porque si tu no amas a tu diamante no podrás amar a otros diamantes, ni otro diamante podrá amarte a ti.
Aquel diamante mágico, brilloso, cálido, único e inigualable, aquel tesoro tan importante que nunca se debe dejar, nunca se debe abandonar pase lo que pase y sobre todo nunca se debe entregar, es la vida. La vida hay que apreciarla porque cada obstáculo es un logro en el futuro, por lo tanto el futuro no depende del destino, ni lo crea el destino, , cada quien tiene libre albedrío, porque de cada acción hay un reacción y cada acción la haces tú.