Capitulo 10: │Final│

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Muchos años después...

Era una hermosa noche oscura y sombría, no había ni una sola estrella en el cielo y el frío hacia juego con las nubes de lluvia que se acercaban cada vez más... El tercer Sakamaki de cabellos castaños iba rumbo a su instituto en la limusina junto a sus hermanos más la nueva novia de sacrificio Yui.

Raito estaba sumido en sus pensamientos pero tuvo que volver al mundo real cuando la limusina paró y entonces todos se dirigieron a sus clases, las chicas que tanto gustaban de él no esperaron nada para amontonarse a su lado más curiosamente él no le hizo caso a ninguna, eso es extraño, pensaron sus hermanos al darse cuenta más no le hicieron mucho caso.

Horas más tarde aquel castaño subió a la azotea del instituto con una gran sonrisa en el rostro... Por alguna razón se sentía muy bien, cada año era lo mismo, ese día, justo ese día una sensación de comodidad le invadía de forma en que llegaba a creer que Tara estaba con el de nuevo, y tal vez así era de verdad por lo cual ahí en la azotea decidió hablar con ella

-Nee~ amor mío aquí estoy, y aun cumplo con mi promesa -Paso sus dedos por encima de su sombrero, ese sombrero que nunca volvió a quitarse después de aquella noche-  Tara-chan deseo poder verte -Susurró al sentir una brisa fría chocar contra su rostro...

Podía sentirla junto a él podía imaginarla a su lado, sus ojos rojos brillando, corriendo de esquina a esquina, su cabello desordenado por el viento y con una gran sonrisa. El placer lo invadió al tan solo imaginarla de esa forma-

Para seguir con vida y a la vez guardar todos estos sentimientos. Debo olvidar ese calor pero de alguna forma se que no puedo...

-Mi preciosa Tara, mía para siempre, aún después de muerta eres mía... Recuerdo que no te lo dije muchas veces pero... -Cerró sus ojos lentamente.

Mientras que su mano derecha iba directamente a su pecho-

-Te amo... Por siempre, siempre, siempre -Su voz cada vez sonaba con más fuerza- Sin importar que lo desees o no, nunca me he olvidado de ti, ni por un instante. -Sus mejillas se sonrojaron- Tu voz, tu olor. Lo recuerdo todo -Soltó un fuerte suspiro al haberse desahogado, estaba a punto de sonreír cuando notó presencia ajena, entonces de inmediato frunció el ceño enfureciéndose completamente...

Nadie tenia derecho a interrumpirlo cuando él hablaba con su chica, nadie-

-Oe~ ¿Quién está ahí? -Esta de más decir que su voz se había vuelto muy profunda y seria. La nueva novia de sacrificio era la culpable... Esa rubia de ojos rosados solo se disculpó tratando de excusarse pero a el no le importó en lo absoluto, ella lo había interrumpido en la noche más importante del año para él, no se lo iba a perdonar tan fácil.

Sin dejar que la rubia dijera o hiciera nada, posó su mano izquierda con fuerza al rededor del cuello de ella presionando con mucha fuerza, más no la suficiente con la que él deseaba, la mataría ahí mismo si "esa persona" no lo hubiera prohibido.

Después cuando la chica apenas respiraba, la soltó para morderla con rudeza en el cuello succionando con descaro la sangre de ésta, más después de unos segundos sus ojos verde esmeralda se abrieron de par en par... Y es que Raito acababa de sentir una presencia muy particular.

Será posible, pensó antes de dejar de morder a la rubia-

-Esto... -Susurró alejándose un poco de ella, quien de inmediato lo empujó y se marchó corriendo. Seguro intentaría escapar y el debía impedirlo pero justo en ese instante, tenia algo mucho más importante pendiente.

Como darse la vuelta y hacerle frente a la misteriosa chica de cabellos negros y ojos rojos que le veía desde el otro extremo de la azotea. Tragó duro cuando reconoció del todo aquella presencia que solo podía pertenecer a alguien, solo a alguien-

-Oe~ ¿Me has reemplazado cariño? -Al oírla... Esa voz tan hermosa llegar a su sistema auditivo una vez más después de tanto tiempo, se dio la vuelta de inmediato encontrándose finalmente con el alma en pena de aquella chica a la que hace pocos minutos el hablaba.

Era ella... Su Tara estaba a unos pocos metros de él-

-Tara-chan... -Murmuró sin poder creérselo, ella le sonrió con cariño mientras se acercaba lentamente, el por otro lado corrió hasta estar frente a ella intentando tomarla en sus brazos pero fue un intento fallido porque la traspasó, era obvio, no podía tocarla-

-Cálmate un poco, no puedes tocarme Raito -Él no supo que hacer o que decir, deseó tantas veces poder verla una vez más aunque fuesen solo cinco minutos pero ahora que ella estaba frente a él nada se le venia a la cabeza, nada más que claro...-

-Te he extraño demasiado, Tara-chan -Ella suspiro, bajando la mirada hasta una de las manos del vampiro y sabiendo que al menos ella si podría tocarlo... No esperó nada para unir su mano a la de él-

-Gracias por cumplir tu promesa... Pero han pasado muchos años y no descansaré en paz hasta que me dejes ir mi pequeño travieso -El castaño no entendió al principio, pero después comprendió a lo que se refería-

-Si hago eso... No podré verte nunca más Tara -Ella le miró, ambos se concentraron en verse directamente a los ojos del otro-

Seguramente al final todo esto se terminará, ya lo sabía.

-Lo que ves es solo un cuerpo muerto que no dejas descomponer, verlo es lo mismo que ver nada Raito porque yo ya no estoy ahí... Por favor pídele a tu hermano que te haga algo para que mi cuerpo se descomponga, llevo demasiados años vagando y quiero irme pero si tu no me dejas nunca podré hacerlo -Suplicaba con una que otra lagrima resbalando por sus blancas mejillas. El castaño no supo que hacer al verla así, estaba frente a él como lo había querido pero ella no quería, deseaba irse, deseaba que la dejará marcharse... Para siempre.

Y si eso era lo que ella quería, al igual que hace años. El simplemente no podía negarse a lo que le pidiera, así que sonrió como pudo-

-Te voy a amar siempre Tara -Oficialmente fueron esas palabras el adiós que no quería decir. Ella dio un suspiro separándose de él muy sonriente-

Por eso aprovechemos el ahora y mis colmillos te voy a clavar en esta eternidad...

-Yo también te amaré por siempre Sakamaki Raito, gracias por todo -Mientras que ella retrocedía, cada paso que daba hacia que su imagen se desvaneciera... Cuando estuvo a punto de desaparecer del todo y para siempre le envió la ultima sonrisa a su castaño, aquel chico con sombrero que siempre iba a ser suyo, y ella siempre de él- Adiós Raito -Finalmente se fue.

Para nunca más volver-

Solo a ti...

Q.E.D❞

Fin


¡Akshjdhfhdfjghgh Lloró sangre! ((*TuT*)) ¡Gracias por cada voto y cada comentario, amé su compañía y escribir ésta historia inspirada en mi character song favorito fue hermoso! ♥♥

Espero les haya gustada la historia tanto como a mi ♥Les dejo la canción en multimedia♥

NOS VEMOS EN MI SIGUIENTE HISTORIA!  Secretly de Mukami Kou

Q.E.D ♕Raito Sakamaki♕Donde viven las historias. Descúbrelo ahora