Abrí los ojos. Allí estaba, de pie, un chico guapo, de ojos marrones. Lleva una chaqueta azul y sostenia con la mano una coca-cola.
- ¿Donde estoy? - Pregunté, sabiendo que obviamente estaba en el hospital.
El chico seguía mirandome, no respondió.
- Enserio, ¿¡donde estoy!?
El chico esbozó una sonrisa tirste y se fue.
No entiendo que pasa. ¿Quien era ese? ¿Qué hago aquí?
Hice el esfuerzo de levantarme de la cama. Me puse de pie. Llevaba unas zapatillas con el dibujo de un oso. Me miré al espejo.
-Esa soy yo, - me dije - cara redonda, peliroja.
Continué describiendome.
-Tengo 16 años y me llamo... me llamo... - continué - me llamo...
Me di cuenta de que no me acuerdo de mi nombre... ni de nada. He perdido la memoria. Lo único de lo que me acuerdo es de una niña durmiendo. Una niña durmiendo. ¿Habré sido una niña todo este tiempo y... habré crecido aquí? No puede ser. ¿Y mis padres? ¿Tengo unos padres, no? ¿Soy huérfana?
- Joder -dije en voz alta.
Me tumbé en la cama. Me quedé boca arriba, mirando el techo, pensando. Pensando en quien era el chico de antes, en quien era yo misma, porque, ¿es "misma", verdad? Creo que solo sé eso con seguridad.
Me duele la cabeza, pero tengo miedo de que, si me duermo, no volvería a despertar a este mundo lleno de dolores de cabeza y chicos guapos extraños. Porque en realidad me da miedo, pero me gusta.
Salí de la habitación, un escalofrío recorrió mi cuerpo.
Allí lo vi, el chico de antes, de espaldas.
- ¿Quien eres? - pregunté primero - ¿me conoces? - añadí.
El chico se volvió hacia mi y se encogió de hombros. Finalmente me saludó.
- Buenos dias, preciosa.
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Memorias perdidas
Novela JuvenilAbby Smith, una chica de dieciséis años, perdió la memoria al caer en coma. Ahora, hará lo que sea para saber quien es.