Te quiero como eres.

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Hace tiempo que empecé a salir formalmente con Soubi, no sabía realmente como había pasado, solo sucedió de un día para otro Soubi me confeso sus sentimientos a los cuales correspondí al día siguiente ya que no era fácil para mi decirlo además que enserio necesitaba un poco de tiempo. A partir de ese día deje la casa de mi madre por ende el maltrato ceso pero hubo otro que no y ni siquiera Soubi estaba enterado de este.

—Ritsuka debes darte un baño ahora —dijo Soubi tajante.

—Soubi... hace demasiado frio.

Época de invierno por lo cual de la regadera podría jurar que no salía nada más que nieve en lugar de agua.

—Si no quieres que yo mismo te bañe deberás estar dentro del baño en los próximos diez segundos, diez... nueve...

No hablara enserio ¿oh si? Ya tengo trece años el conteo regresivo no funcionara a estas alturas conmigo. Tome el cobertor de mi cama y me tape hasta la cabeza como si eso en realidad me salvara de la penetrante mirada de Soubi.

—Ocho... siete... seis...

—Vamos Soubi ¿No crees que ya estoy grande para eso?

—CINCO... CUATRO... TRES...

—Está bien tranquilo ya voy.

Diablos Soubi podía ser bastante pesado cuando se lo proponía. Salí de la cama con la mirada de Soubi siguiéndome desde el umbral de la puerta tome mi toalla y me metí al cuarto de baño abriendo casi al instante la llave del agua, me despoje de todas mis prendas e inmediatamente entre al agua casi hirviendo provocando ligeras irritaciones en mi piel. Termine de lavarme El vapor logro relajarme ahora de verdad no quería salir del baño.

—Ritsuka, tú te vas a los extremos de todo lo que te digo.

Demonios que pesado era, ahora que finalmente lograba disfrutar del baño.

—Cálmate Soubi, ya salgo.

Inmediatamente cerré el grifo del agua quedando solo con el fresco vapor esparcido por toda la habitación, tome mi toalla y comenzó a secarme poniendo más empeño en mis orejas y cola de minino, estas de verdad podían llegar a ser molestas. Ya terminado el secado me dispuse a ponerme mi ropa... ¿DONDE DEMONIOS ESTABA MI ROPA? No podía creer que enserio la había olvidado, lo más molesto era que seguramente tendría que pedirle ayuda a Soubi. Sin más remedio envolví todo mi cuerpo en la toalla como si fuera yo una chica y entre abrí la puerta dejando escapar algo de vapor.

—Oye Soubi, se me ha olvidado mi ropa ¿puedes traérmela?

El apartamento de Soubi era algo pequeño era casi imposible que no me escuchara.

—Claro enseguida te la llevo.

Dicho esto cerré de nuevo la puerta del baño para esperar pacientemente mi ropa. Pocos segundos después escuche las fuertes pisadas de Soubi fuera del cuarto de baño, entre abrí la puerta nuevamente asomando solo mi brazo izquierdo para poder tomar la ropa.

—Espero que haya elegido bien.

—Seguro que lo hiciste bien.

El rubio frente a mí me dedico una media sonrisa para acto seguido ver que la ropa que me iba a entregar no se callera.

—Ritsuka ¿Qué es eso? —dijo haciendo ademan con sus ojos a mi muñeca izquierda la cual estaba...

—G-Gracias por la ropa Soubi —dije muy nervioso para después cerrar la puerta estrepitosamente en la cara del mayor.

—Ritsuka abre la puerta —dijo con un tono de voz que podría helarle la sangre a cualquiera al tiempo que golpeaba la puerta.

—Soubi no puedo necesito vestirme.

Te quiero como eres (Loveless-OneShot)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora