El SECRETO DE SABRINA

¿COMO EMPEZO TODO?

Desde aquel día, viví en una casa para niños abandonados hasta mis 12 años.
No era una niña abandonada, pero ese era el único lugar en donde,  por obligación, me aceptaban.

¿por qué hasta mis 12 años?
Pues, al cumplir 12 años, decidí salir por primera vez.

Salí a esos lugares a los que me prohibían tanto, salí a conocer el mundo que solo podía ver desde mi ventana.
Daba un poco de miedo, calles totalmente oscuras, solas, con paredes sucias, feas, deterioradas. Pensé que sería mas lindo todo, pero... no todo es como imaginamos ¿no?

Iba caminando, se hacia tarde y de un momento a otro vi a un grupo de chicos, pensé: "oh, genial, podré hacer amigos nuevos".

Me acerque con sutileza y los mire de reojo, seguí caminando al ver que dichos chicos llevaban cuchillos en sus manos.

Uno de ellos se acercó, me arrinconó y puso su mano en la pared.

-¿Que haces aquí dulzura? ¿Quieres problemas acaso?-Me pregunto en tono amenazante.

El chico no ha de tener mas de catorce o quince años; era de piel media mente morena y estaba sucio, de estatura alta, tenia sus ojos rojos, su cabello estaba largo y maltratado, y su aliento era putrefacto, era como si hubieran metido toda la basura del mundo en un bosque y luego la hubieran quemado allí.

Pude sentir como en mi garganta se formaba un nudo, el cual me impedía contestar, mi sangre de pronto se heló junto a mis manos y sin darme cuenta lágrimas empezaron a recorrer mis mejillas.

-¿No vas a contestar?-Susurra en mi oído.

Los demás chicos solo me observaban inquietantes y con sonrisas en sus labios.

Mi corazón empezó a latir cada vez mas rápido cuando vi que este saco un cuchillo de uno de sus zapatos.

Michael...

Vi como uno de mis chicos se acercó a una nena hermosa que iba pasando. Se veía como una presa facil, podía sentir el miedo aún estando a kilómetros.
Algo, sin razón alguna, hizo que los detuviera antes de que le hiciesen algo a la pobre nenita.

-¡Hey! Calma muchachos, harán que se orine.- detengo a los muchachos, enseguida ellos se burlan.-Quitate, Ken.

Ken, el chico que la tenia arrinconada, se alejó enseguida. 

Me quedé un momento observandole bien. Esa chica tenía algo, hizo que me fuera de este mundo por unos momentos. 

Tenía una belleza algo extraña, algo que no había visto en otra chica así.

Su cabello era muy largo y liso, un rubio perfecto. No tan claro pero tampoco era oscuro, una mezcla entre dorado y marrón muy brillante. Y sus ojos, vaya.. creo que esa fue la razón por la cual me fui de este mundo. Me sentí como volando en un cielo, un cielo azul tan claro y hermoso, ese cielo que traía en sus ojos.

Enseguida, sentí como una tormenta me echó bruscamente de ese precioso cielo.
Se sintió tan intimidada por mi que empezó a llorar.
Vale, acepto que no tengo la mejor apariencia, vivo en las calles, pero.. ¿tan feo soy como para hacerla llorar? 

Su nariz se tornó algo roja al llorar.

-Acabemos con esto.- Digo seriamente.

Nunca antes una victima me había hecho sentir así. Acepto que algunas me parecieron lindas pero jamás me habían sacado de este mundo tal como lo hizo ella, y las que me parecieron lindas tan solo fueron unas 2 o 3, y fue hace mucho. Pero esta chica en especial, me hizo sentir algo.

Detesto sentirme así, rayos, es muy incómodo.

-Sólo.. dí,  ¿que haces por acá? ¿acaso tus padres no te han advertido sobre andar sola? O peor aún ¿no te han advertido sobre pasar por calles tan solas y peligrosas? ¿que buscas?- le digo en tono amenazante.

-Lo la-lamento mucho señor, solo paseaba..-Me responde y luego rompe en llanto.

-¿Pasearte? Anda a tu casa mejor, no busques problemas. - le digo y me alejo.

Hola....
Lo lamentamos mucho (somos dos escritoras) hemos tenido problemas para actualizar y muchos problemas en nuestra vida cotidiana lo cual nos impide actualizar constantemente.
Nos demoraremos en actualizar.

Atte: Triss y Lala.