Desconocidos

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Una mujer extremadamente delgada reposaba sobre una silla de playa a las orillas de una extensa piscina de aguas cristalinas. La fémina vestía un largo vestido blanco, con rugosidades en la zona de los senos, al estilo Marilyn Monroe, su cabello castaño liso reposaba sobre su pecho y sus pies, algo encogidos estaban adornados con unos tacones de plantilla de oro.Una chica de la nueva sociedad que dominaba la tierra, los conocidos "nummorum poculum".

La joven esbozaba una sonrisa mientras degustaba de una fresca champagne, dejando su labial marcado en la refinada copa. Al instante, llegó una mujer junto a un hombre, personas robustas y rechonchas, de baja estatura y de pieles oscuras. Miraron a la "nummorum" y bajaron en cosa de segundos sus cabezas con vista al verde pasto que acompañaba al ambiente veraniego. Las personillas estiraron sus brazos para que la joven pudiera extraer de ellos un extraño hilo que salía de las muñecas.

-Muy bien, ahora vuelvan a sus hábitats.- Exclamó la doncella mientras observaba con alegría el débil objeto.

Se miraron entre ellos y se fueron corrieron a sus respectivos ambientes.

La chica al terminar de contemplar el débil hilo azul, lo dejó reposar sobre la mesa de cristal que se encontraba a su lado y alzó sus manos para luego aplaudir. Enseguida, llegaron dos hombres vestidos de blanco, gigantes y músculosos,sus caras se encontraban cubiertas con una especie de mascarilla con una gran X. La chica cubría su vista con unos lentes de sol redondos que lograban ocultar sus ojos cafés con pequeños destellos verdes, ya que podía ser contagiada con la 

-Ya saben qué hacer. Tómenlo y llévenlo al salón, en la noche tenemos compradores.- Dejó salir una risita. Los hombres asintieron y tomaron con extremado cuidado el elemento para luego retirar del extenso patio trasero.

La chica tomó un bionetchip,lo observó con malicia y dejó escapar unas palabras "dominaith us ubudus".

-Respiró el aroma a verano,esa brisa con aroma a pastizales quemados y esa extraña sensación que invade mi cuerpo, como si recién hubiera salido de las aguas.- Se dijo para sí misma.

-¡Señorita Restland! ¡SEÑORITA RESTLAND!.- Corría Margaret por el césped.

La chica revoleó sus ojos y con descontento miró a su sirvienta, una de las cuántos que estaban esclavizados en el lugar.

Una de las reglas en este nuevo "reinado" era nunca mirar a los ojos a los nummorum poculum, podía ser una de las causas de tu fusilación.Tampoco puedes referirte a sus primeros nombres y ni se te ocurra estar a menos de tres metros de ellos, al menos que te autoricen.

La mujer miró hacia el suelo y comentó su anuncio.

-La señorita Gosling preguntó si tenía las muestras listas.- La voz de la vieja demostraba temor.

-Pregúntale a los labonots, ellos podrán responder. Ahora, no me molestes, vete ya.-La chica con un signo de desprecio hecho por su índico, hizo que la moza se retirara.

La señorita se estiró sobre su trono veraniego y cerró los ojos al ver el cielo atardecer, casi llevándo al mundo a la noche.

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⏰ Última actualización: Nov 27, 2013 ⏰

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