No lo había dicho, porque el idilio que viví con ella aun me duele, me quema, me arde,porque por mas que trato no la puedo sacar de aqui de mi estupido corazon,la llevo bien clavada en sangre, en al alma, en la sangre.
Ella llego a mi sin que yo la buscara, llegó para descarnar mi alma, con esos ojos tan hermosos que me daban siempre la luz para seguir adelante, esos ojos que en poco tiempo se convertirían en mi tormento, tormento de dia y noche, que no me deja vivir, que me llenan de culpa, como olvidar ese dia en que la conocí.
(4 años atrás)
Cesar: señorita vengo a verme con el señor osvaldo sandoval.
(Volteando a la cara para vernos frente a frente, fui estúpido lo reconozco teniendo una mujer con un cuerpo entallado en un vestido negro, unos labios color carmín, yo solo me perdí en esos malditos ojos verdes, en ese mirar)
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Victoria: digame cual es su nombre. (Altiva, desafiante y con tono de voz seductor)
Cesar: cesar, cesar quintero.
Victoria: (atraída, ante ese hombre, un hombre bn bragado, alto, de tez blanca, facciones finas y de porte elegante) si aqui esta, su cita es a las 2.15 pm, llega media hora anticipada.
Cesar: tengo urgencia de verlo.
Victoria: (su voz por naturaleza era seductora.) permítame voy a a ver si lo puede atender ahora.
Cesar: no, esperaré a que de la hora exacta en q me cito.
Victoria: (levantando una ceja) entonces, tome asiento.
Cesar: usted es su secretaria.
Victoria: (lo observa con ironía) no es obvio.
Cesar: tiene razón, tomaré asiento.
(Victoria al ver que cesar no la dejaba de observar, deja caer unos papeles del escritorio, al ver esa escena el de prisa se levanta a tratar de ayudarla, los dos se ponen en cuclillas al mismo tiempo, su cabello tenia una caida exacta y precisa, que al tratar de ayudar, cesar entorpece sus manos y enredó su reloj en el cabello de victoria.
Victoria: (fingiendo dolor) hay, hay. (Levantándose del suelo)
Cesar: perdone, tratare de arreglarlo, no se jale acérquese.
Victoria: (planeado) mmm y que tanto debo acercarme (quedando muy cerca de el) aquí estará bien.
Cesar: (nervioso) si ahí esta bien. (Tratando de desenredar ese cabello atorado en su reloj, sintiendo la respiración de ella tan cerca y con un toque tibio) perdone esto nunca me había pasado.
Victoria: te ayudo. (Retira la mano de césar y empieza a desenredar, al fin lo logró)
