Uno

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Todos los días y sin falta alguna, Min Yoon Gi se encontraba unos minutos antes de la apertura del restaurante. Fuera de la puerta y en pleno frío. Pero a él no parecía importarle el frío ya que solo llevaba una campera simple la cual no se veía para nada abrigada.

~❆~

Era mañana de miércoles.

Ella ya estaba llegando tarde al trabajo. Ya tenía por hecho que él estaría allí sentado, esperando inhalar ese apetitoso aroma que expulsaba el café que ella le preparaba.

____ era la encargada de atender a tan fiel cliente. Él era el único que sabía por experiencia los horarios de apertura del restaurante, y quién sabe, quizá también los de cierre.

A ____, aquel joven pálido le parecía misterioso y digno de contemplar entre muchísimas cosas más que rondaban por su mente cada vez que él se le aparecía.

Lo más extraño de él, es que era de pocas palabras. Mejor dicho, MUY pocas palabras. Lo único que sabía era pedir el café y agradecerlo: Lo suficiente como para ser un cliente educado y civilizado. Al menos, eso pensaba ella, que con curiosidad observaba cada acción que Yoongi realizaba.

Hoy era el día, pensó ella. Hoy le hablaría con más mínima vergüenza. Hoy le preguntaría la razón por la cual solo pedía ese café: El café que ella preparaba.

Ella decidió acercarse a proceder con su trabajo. Así que allí mismo, en aquella mesa donde se encontraba Yoongi, tomó aire y expulsó:

- Señor ¿Por qué razón usted solo pide café? Verá: Tenemos muchas más comidas en nuestro menú. Si gusta, podría...

El solo sonreía mientras observaba a la chica decir palabras y más palabras.

- No, gracias. Solo gustaría un café. –Dijo con una sonrisa algo débil pero nada fuera de lo normal. Pero era evitando pronunciar palabras.

____ frunció el ceño algo confundida por su expresión. Así que decidió retirarse a preparar ese café.

~❆~

- ¿Café de todos los días? –Preguntó Julissa quien era colega de trabajo de ____.

- Así parece ¿No? –Suspiró. Estaba harta de que siempre sea lo mismo. Aunque, poniéndole lógica al asunto, ¿Por qué habría de molestarle a ella? Si su trabajo era entregar lo que ordenaban. No elegir por el cliente.

- Es extraño, pero muy bonito. –Aclaró Julissa, quién al parecer le había echado un ojo a el chico.

- Tú siempre fijándote en los chicos, por más silenciosos que sean. –Rieron juntas. Eran como las mejores amigas estando dentro o fuera del trabajo.

- Y... ¿El café? Esta vez se lo entregaré yo. Quizá hable un poco más conmigo.

- Bien Julissa. Al menos dirás que lo intentaste. –Volvieron a reír. Luego ella le entregó el café a Julissa para que ella sea protagonista de aquella entrega al cliente de piel blanca.

~❆~

- Disculpe la demora. –Dijo Julissa intentando ser amable.

El solo la miró desconcertado. ¡Había cambiado de expresión al fin!

- Lamento ser algo desubicado pero ¿Dónde está la camarera que siempre sirve mi café? Si la ve dígale que me traiga el café que le pedí, gracias. –El dijo todo eso con una sonrisa y volteó a ver a la ventana.

- B-bueno. –Respondió ella extrañada y algo asustada. ¿Por qué querría que ____ le entregara su pedido si era exactamente lo mismo?

Julissa volvió con el café que anteriormente le iba a entregar a Yoongi.

- ¿Qué pasó? –Preguntó ____ preocupada ya que la cara que Julissa tenía era tremenda.

- El quiere que tú vayas a entregarle el café. –Dijo ella, para luego retirar el café de sus manos y dejarlo en la mesa.

- ¿Y-yo?

~❆~

____ fue a entregarle el café de todos los días al cliente quien al verla llegar sonrió.

- Aquí está su café. –Se lo dió con un rubor. Que de la nada el prefiera que el café se lo entregara ella, era motivo para ponerse nerviosa.

- Gracias. –Le da un sorbo y sonríe sintiendo el sabor.

- Bueno, yo me retiro. –Hace reverencia.

- Espera ¿Puedes quedarte?

- ¿Eh?

- Solo quédate hasta que llegue a la mitad de mi café.

¡Ese chico había pronunciado más de dos palabras! Era extraño para ella. Aunque estaba contenta de haber logrado hacerlo "interactuar".

- B-bien.

Ella se quedó allí por más o menos 20 minutos. El no la miraba. Solo bebía su café con tranquilidad.

Al llegar a la mitad, asintió y ____ se retiró.

~❆~

Yoongi se levantó cuidadosamente a pagar el café que nunca aumentaba, aunque se haya considerado por el hecho de que el siempre lo compraba.

Cuando se despidió de la cajera y se vio decidido a irse del lugar.

____ fue a recoger la taza vacía y se encontró con un simple pero delicado sobre blanco. Ella sabía perfectamente que no debía tomar cosas ajenas, pero sin embargo, tomó la carta y la guardó en su mochila. Tenía pensado devolverla.

~❆~

Ya era hora de salida. ____ fue la primera en salir corriendo.

- ¡Espera, ____! –Gritó Julissa, pero ella ya se había alejado.

____ llegó a su casa y no dudó en abrir la carta. En ella tenía escrito lo siguiente:

"Tu piel es pálida como la nieve de este crudo invierno.

Tu mirada profunda resalta toda frialdad y suavidad en tu cuerpo.

Tu aroma es como el de una rosa que resalta sobre todas las rosas.

Delatas lujuria con tus finos y poderosos labios.

Deseo hundirme en el más dulce de los sueños cuando toque tu piel desnuda.

Si tú caes... Mis ojos caen, mis labios caen, mi cuerpo cae, yo me caigo...

Por favor, cuida de ti. Porque cuando cuidas de ti, también cuidas de mí.

Linda niña de ojos color café."

- Woah.... –Exclamó ____ con asombro. La letra de esa carta realmente la conmovió. Ella tenía la piel de gallina y los ojos en un brillo abundante.

~❆~

Era de mañana y ____ esperaba a Yoongi para entregarle la carta. Lo raro de todo esto, es que él aún no llegaba y nunca se retrasaba.

Cuando ____ ya se daba por vencida, se escucharon las campanas de la puerta haciéndola voltear.

Sí. Era el.

Hizo la reverencia que corresponde y se fue a sentar. Se le veía preocupado.

- ¿Qué desea ordenar? –Preguntó ____.

- Ya sabe. –Sonrió.

____ asintió e intentó irse pero Yoongi la detuvo.

- ¿De casualidad no ha encontrado una carta? –Preguntó preocupado.

- Oh.... –Ella asintió y le entregó la pequeña carta.

- Lamento ser tan descuidado. No volverá a suceder. –El guardó el sobre en su bolsillo.

- No hay de qué. –Ella sonrió alegre. Sacarle más de una palabra era motivo de celebración.- En un momento tendrá su pedido. –Hizo reverencia y nuevamente intentó voltearse.

- Gracias, linda niña de ojos color café.

- ¿Cómo? 

Coffee ○ myg {2s} // terminada.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora