INMORTAL

Prólogo:Casi beso y un celoso en acción.

PRÓLOGO: Casi beso y un celoso en acción

Brandon y yo estamos bailando, mis manos están entrelazadas alrededor de su cuello, mi cuerpo está separado del suyo, guardando distancia y sus manos en mi cadera. ¿Por qué, si se supone que él es mi pareja de baile? Por qué estamos esperando el momento justo para empezar con el show.

-Está aquí. -Me susurra Brandon en mi oído haciéndome cosquillas. - Y algo me dice que no está muy contento al vernos en esta posición.

Paso saliva disimuladamente, tratando de que él no note el escalofrío que me recorrió la piel de tan solo mencionar al chico que he estado esperando toda la noche.

-¿Quien? -pregunte tratando de parecer indiferente, tratando de ocultar mis nervios a flor de piel.

-Sabes muy bien de quién hablo. -Me regalo una hermosa sonrisa, mí vista bajo a sus labios, sus dientes perfectamente alineados y sus labios delgados, no tan carnosos como los de Nick.

Odio siempre compararlos pero es... como si Nick se empeñara en aparecer siempre en mi mente.

Su sonrisa creció, también sonreí, me pegó más a su cuerpo y yo... yo solo lo deje hacerlo.

Brandon era muy atractivo, sus ojos verdes me recordaban a... dos peras.

Sus labios en forma de corazón eran adorables, tenía ese tipo de mirada que te atrapaba al instante, y no por misterio o frialdad, sino por simpatía y diversión.

Si lo conozco desde hace 4 años, ¿porque nunca me fije en él?

Nick no me iba a prohibir nada, Nick no era mi dueño y no estaba enamorada de él.

La cara de Brandon se torna un poco más seria, quitando esa cara divertida de todas las clases, y esa sonrisa tan peculiar que sólo en él se veía bien.

Por un momento me deje llevar, olvido el por qué vine con él, por qué quiero darle celos, (porque eso es lo que quiero hacer) a Nick. Olvido a la mayoría de los estudiantes que están alrededor de nosotros y me concentro en la canción lenta y en el chico que está frente a mí.

Sé su juego, sé lo que quiere conseguir, y estoy dispuesta a hacerlo mucho más fácil, al fin de cuentas ¿porque no lo haría?

Inclina un poco su cabeza rozando su nariz con la mía.

Cerré los ojos esperando saborear sus labios, ver que se siente besar a alguien que no sea Nick Crawford, pero cuando estuvo a punto de chocar sus labios sobre los míos susurro algo que me erizo la piel.

-Prepárate. -me dio un casto beso y eso fue lo último que sentí de él, antes de que unos fuertes brazos lo apartaran de mí bruscamente.

No reaccione cuando vi a Nick golpear con su puño la cara de Brandon, o cuando Brandon se abalanzó contra él, todo me dio vueltas por un momento.

¡Pelea! ¡Pelea!

Esos gritos fueron los que me hicieron reaccionar.

¡Nick!

¡Brandon!

Me acerque a Nick por la espalda ¿Desde cuando él era el que estaba arriba de Brandon?

-¡NICK DÉJALO YA! –grité llena de terror porque lo lastimaran...

Estoy tan jodida por este idiota.

Nick se levantó del suelo y lo pateo por última vez, me tomó del brazo fuertemente pero sin llegar a dañar y me arrastró hacia afuera del instituto, cruzamos el jardín que daba a la salida y salimos de ahí en ¿dos minutos o menos?

Deje que me llevara porque el nudo en mi garganta no me dejaba hablar, quejarme o maldecir.

-¿Ese era tu estúpido plan? –soltó debajo de una farola que alumbraba muy poco, podía ver su mirada negra más oscura de lo normal, su piel morena mojada por el sudor y su esmoquin que le quedaba a la perfección manchado de sangre. No hable, solo lo mire fijamente con mi mirada nublada por las lágrimas y la mandíbula apretada.

Así no es como quería pasar el baile de bienvenida.

-Camila –gruñó.

-Eres un animal. –solté con desprecio al recordar el labio roto de Brandon y su ojo morado. –Él no se lo merecía y tú solo lo golpeaste. –me encogí de hombros y mi voz se volvió fría. –No tenía ningún plan, solo el de sacarte de mi vida y si te molestaba en el intento mucho mejor.

-¿Darme celos? ¿Con él? –su voz sonaba mucho más fría que la mía y tan dura como el hielo.

Mi subconsciente solo me repetía lo idiota que había sido.

Y ahora él también, no me podía ir mejor...

-No quería darte celos. –Mentira.

-Claro que no. –se acercó a mi quedando a centímetros de mi cara, se inclinó un poco más, logrando que mi respiración agitada se mezcle con la suya. No retrocedí, no le daría ese gusto- Se notaba a lo lejos sus intenciones ¿no lo entiendes? Él estaba encantado de poder besarte como yo, de poder sentir tu piel erizada, pero cariño no, él nunca lo logrará, por qué él nunca será yo, y tú siempre serás mía. –respiro profundamente y luego cerró sus hermosos ojos negros, miles de escalofríos me recorrieron haciendo que las lágrimas brotaran. –Aléjate de él... nadie se mete con lo que es mío.

Que no te afecte, que no te afecte Camila, se fuerte.

-No. –respondí, pero él ya se había dado la vuelta y se estaba alejando, con ese caminar tan tranquilo que me volvía loca, dejé escapar un sollozo cuando se alejó lo suficiente aunque seguro que me escuchó. Camine al lado contrario que él, no sabía a dónde iba, pero lejos de él era lo más seguro...