Disuádeme de ello

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June doblo sus rodillas, echándole un vistazo a el infame Bucky Barnes cuidadosamente. Él todavía estaba en una especie de aturdimiento después de haber sido provocado a pelear. Había moretones y laceraciones en su cara y brazo, y probablemente unos más que ella no podía ver. June frunció el ceño de manera simpática, poniéndose de pie y tomando la bolsa que había escondido para emergencias.

Sam la miraba con cuidado, no emocionado con la preocupación que estaba mostrando June con su prisionero temporal. Con el brazo de metal de Bucky atrapado en el tornillo de banco, él ciertamente no iría a ningún lugar pronto. Steve había trabajado demasiado duro como para dejar que su amigo se escabullera de nuevo.

June suponía que era esa infalible lealtad y amor que Steve sentía por Bucky lo que la intrigaba. Ella nunca lo había sentido por alguien antes. Ella había aprendido a preocuparse por sus compañeros con el pasar de algunos años pero esa clase de confianza y amor la eludía. Ella estaba algo celosa, para ser honestos. June siempre se había preguntado el cómo sería estar en su posición, el saber que tenía a alguien ahí afuera que nunca le fallaría.

Una mirada a Sam y supo que él no compartía su fascinación. Pero él confiaba en Steve y si esto era lo que Steve quería, entonces eso es lo que él haría.

—Deberías chequear al Cap —June señalo a Steve, quien miraba por la ventana del almacén en el cual se estaban escondiendo actualmente—. Mantendré un ojo sobre él —dijo, haciendo un ademan hacia Barnes.

Con un asentimiento, Sam la dejo sola con el objeto de su fascinación.

Volviendo a su lado, se arrodillo una vez más y con una mano gentil comenzó a limpiar la sangre y la tierra de su cara. El botiquín de primeros auxilios de su bolso yacía abierto a sus pies pero Bucky sanaba rápidamente y ella sabía que él no necesitaría mucho más que algodón y alcohol.

Juno notó la contracción nerviosa en su mejilla antes de que sus ojos finalmente se abrieran. Rápidamente, Bucky se encontró con su mirada y la confusión estaba grabada en su cara.

—Yo te recuerdo —mascullo, mirándola con curiosidad.

—Eso esperaba —sonrió June—, considerando que me estrellaste contra una pared hace como una hora.

—No, yo no... Yo, yo lo siento —vaciló, pero ella no detuvo sus cuidadosas ministraciones y el comenzó a relajarse ligeramente bajo su toque—. Yo no... ¿Qué me hizo hacer?

—Es una larga historia —dijo June, alegremente—, pero el equipo logro estar a salvo y tú eres tú ahora, así que no todo esta tan mal.

Él pareció decepcionado, más que todo consigo mismo. —No quería, antes... Yo te recuerdo. Del puente —aclaro él, después de un largo silencio.

—Oh. Eso —recordó June, estremeciéndose mentalmente. Ella lo recordaba también. La cicatriz en su abdomen era un recordatorio constante de la bala que él le disparo ese día. Natasha tenía una marca similar en su hombro por el encuentro. Sam y Steve lograron salir de ello sin una sola herida. Ella aún estaba algo furiosa por lo sucedido—. No me preocuparía por ello —le aseguro June con una sonrisa perpleja—. No eres el único chico que he conocido al que le gusta disparar primero y presentarse después.

Bucky no parecía muy impresionado con eso. —Lo siento.

June paso por alto su disculpa con indiferencia. —He hecho cosas de las que me arrepiento, cosas malas, sin el beneficio del lavado de cerebro. Estás bien en mi lista, Sargento.

Una risa sorda escapó de los labios de Bucky y ella lo observo con curiosidad. —Nadie me ha llamado así en un largo tiempo —reveló.

—Hey, por lo menos te ganaste tu rango —June rio—, Steve solo se puso los pantalones de alguien y se llamó Capitán.

—El tonto se lo gano eventualmente —concedió, con una sonrisa anhelante en su cara.

—Sí, lo hizo —admitió June—. Pero algo me dice que lo dejaría todo si eso significara salvarte.

—No quiero que él deje nada para salvarme —mascullo con tristeza.

—Sin ofender, pero no creo que tengas voto en el asunto —observo June, mirando hacia la puerta abierta que llevaba a la habitación donde se encontraba Steve—. ¿El hombre de ahí? Ese no es Capitán América. Él no está luchando por justicia y la bandera Americana. Ese hombre es Steve Rogers y él está luchando por su mejor amigo. Acéptalo, Barnes. Él no te va a dejar atrás. Y no creo que tú realmente quieras que lo haga.

—Él estaría mejor sin mí alrededor —dijo Bucky morosamente.

—Él estaría perdido sin ti —argumento June, poniéndose de cuclillas y mirándolo a los ojos con sinceridad—, yo no lo conozco como tú lo haces. Pero sé que él te necesita tanto como tú a él. Así que no más huidas, Sargento. Además, nos estamos cansando de perseguirte. Usualmente termina con nosotros siendo arrestados ¡y entonces hay demasiado papeleo!

Bucky soltó una risita y June sintió algo de la tensión de su cuerpo decaer.

—Iré a buscar a Steve —dijo con suavidad—, no vayas a ninguna parte —él miro el tornillo de banco en su brazo y se mofo.

—Hey —la llamó cuando se acercó a la puerta. Ella se dio la vuelta con curiosidad—, gracias —la frente de June se levantó como preguntándole a que precisamente le estaba dando las gracias—. Uh, por la charla. Y cuidarme —añadió.

—No hay problema —June sonrió—. Además, esa cara es muy linda como para estar cubierta de sangre.

Bucky miro hacia otro lado, encogiéndose, y ella rio para sí misma.

June se fue, recuperando a Steve y a Sam, y su entretenimiento anterior fue forzado a un lado con la revelación de que había un número de soldados de Hydra justo como Bucky esperando a ser liberados. Familiarizarse, tendría que esperar.

Al final, los solados estaban muertos y June y el resto del equipo fueron dejados para pudrirse en Raft. Nadie había estado más aliviado que Sam cuando finalmente Steve apareció para rescatarlos a todos de su encarcelamiento.

Y nadie estaba más decepcionado que June al enterarse de que Bucky Barnes, un hombre que verdaderamente la paralizó, había escogido el encerrarse una vez más.

Demasiado para su pequeña charla motivacional.

Cosas preciosas | Bucky BarnesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora