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Ult. Conexión 22:47.

"Ven cariño, juro no lastimarte."

Trataré de yo igual no hacerlo.

"¿Te pasa algo?"

No, estoy bien. Gracias "cariño".

"Ahh Ok, Te amo."

Yo Igual.

"Buenas Noches, espero descanses."

Igual.

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Te extraño. No parece, pero en realidad te extraño.

Te amo. No parece, pero en realidad lo hago.

Te necesito. No parece, pero en realidad te quiero a mi lado.

Soy así, porque no quiero hacerte daño, quiero saber que cuando me vaya, no me extrañes.

Pero... no sucedio así.

Aun tengo el abrigo que me tomé prestado del armario de tu hermano, le quedaba muy bien a él.

Lástima no podrá usarlo de nuevo.

¿Quieres saber la historia?

Bueno, todo empezó la primera vez que vi que te tocó, dijiste "solo son juegos de hermanos." Pero no me importó.

Me acuerdo de ésa noche, muy calida, para ser las 23:00.

Que mal que me haz dejado la ubicación de las llaves de repuesto de la casa, dentro de una maceta, "típico" pensé, pero fue buena idea meterla entre 50 llaves más. Fue facil encontrarla, ninguna encajaba, excepto una en especial, la llave numero 20, igual que el día de tu cumpleaños.

Me gusta saber que te duermes rápido y que no despiertas aunque la casa se derrumbe, eso, justamente eso, me da chance a hacer esto.

Subí las escaleras, parecía no haber nadie despierto, el perro no ladró, y pude encontrar el cuarto de tu hermano.

Él estaba dormido, es el momento.

Decidí, delicadamente poner vendas alrededor y adentro de su boca para que no pudiese gritar, amarrar sus manos y pies para que no se pudiese mover, lo mejor de todo, es que aún estaba dormido.

Decidí cargarlo y llevarlo hasta mi coche, y fue ahí donde decidió reaccionar, pero ya era muy tarde, por la venda dentro de su boca, no podrá tragar saliva, haciendo que no pueda hablar, igual dentro de mi coche nadie lo escucharía. Fui a tu alcoba y dejé una nota diciendo que decidió irse, y que no lo buscarán.

Llegamos a mi casa y lo llevé hasta mi sótano, le quite las vendas de la boca y cayó en el suelo, al parecer, no sentía sus piernas, que mal.

Puse una botella de agua en el rincón del sótano vacío, veamos si puede tomarla. Vi como se arrastraba hacía la botella, igual que un gusano, justamente lo que él es.

"Espero estés listo para mañana, buenas noches" dije.

Lo recuerdo, el rostro que tenía, su rostro de pánico, fue lo que hizo que ésa noche, yo durmiera como un bebé.

Continuará...

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