Siempre Junto a Ti

Nuestra aventura estaba por terminar. Ya todo había acabado, tan solo quedaba una despedida, un adiós. A pesar de que podríamos reencontrarnos, era lo menos probable.

Yo pronto me iría junto a Yashio. Después de todo, tu pretendías irte a Kanto y empezar una nueva aventura allí, de la cual al parecer yo no participaría.

Estábamos todos juntos en una pradera: tus amigos de toda la vida, tus familiares, los líderes de gimnasio, el profesor y todo aquel que  te quería y apoyaba se encontraba allí, incluyéndome. Hasta el Team Rocket allí se encontraba, a pesar de ser tus mas grandes enemigos en cada región, ellos te apoyaban como a ningún otro. Es gracioso pero de cierta forma creo que te llegaron a tener cariño después de tanto tiempo.

Todos  estaban festejando que Kalos estaba a salvo.

Bonnie se encontraba con Puni-chan y Sonato jugando. Al parecer Sonato había comprendido que no todos los humanos son malos, que todavía una parte de la humanidad era confiable.

Todo parecía apuntar a un final feliz, pero no era del todo feliz para mi. Yo quería que te quedaras, pero mi mente me decía que era un deseo muy egoísta como para hacerlo realidad, así que preferí mantenerme callada. Así estuve el resto del día, intentando disimular mi dolor con un profundo silencio del cual ni tu ni nadie se percató, o si lo hicieron prefirieron no comentar sobre el. Tal vez, porque sabían cuanto me dolía esta despedida, ¿tan obvia soy? Es que es la verdad, todos se habían dado cuenta. Todos menos él, el que primero  tendría que haberlo notado.

Mientras yo seguía sumida en mi silencio apareció un personaje misterioso, nadie sabía quién era. Pero aquella persona había venido con el objetivo de retar a Satoshi a una batalla pokemon. Como era de esperarse Satoshi no se pudo resistir a tal propuesta, pero ya casi era hora de irme, en unos minutos Yashio vendría. Era ahora o nunca, si no le decía mis sentimientos a Satoshi ahora probablemente nunca más se los podría decir. Me llene de valor, aunque sinceramente tenía miedo de la reacción que podría tener. ¿Qué pasaría si no sentía lo mismo que yo por él? Y si aceptaba mis sentimientos, ¿nos tendríamos que separar para cumplir nuestros sueños? Millones de preguntas de ese estilo rondaban por mi cabeza, aturdiéndome y poniéndome más nerviosa de lo que ya me encontraba.
Pero deje de pensarlo, de complicarme la existenciq y fuí hasta donde él se encontraba y llamé su atención tocando su hombro . Ya no había vuelta atrás.

Serena: Satoshi... ¿podríamos hablar a solas? -le pregunte nerviosa-

Satoshi: Claro serena -dijo sonriendo- enseguida vuelvo y, ¡tendremos esa batalla! -le dijo a aquella persona que no conocíamos-