Publicado: 3/05/2017
Después de una épica batalla en las calles de París, Ladybug y Chat Noir se dirigieron a la torre eiffel poco antes de que sus formas civilizadas regresaran.
Chat Noir no podía saber con certeza si sus manos temblaban por la frialdad de aquella noche, o por el propio nerviosismo. Él estaba realmente... Contrariado, pero su determinación era más fuerte, pretendía confesar sus sentimientos a Ladybug.
Para atender a un ambiente romántico, optó por cortar la rosa más bella que había encontrado.
Finalmente soltó un suspiro bajo y habló:
—mi lady...— llamó y la susodicha se giró a él. —desde hace tiempo he querido decirte algo muy importante — le presentó la flor —estoy enamorado de tí...
Su voz se convirtió en un hilo apenas audible al escuchar una leve carcajada por parte de la heroína.
—ya deja de bromear, gatito.— dijo en tono divertido.
—¿eh? ¿Bro...mear?— inclinó la cabeza hacia un lado desconcertado. —pero si lo estoy diciendo en serio.
—pff... Vamos, no te creo. Solo eres un gato coqueto...
—¡Pero no estoy mintiendo!— exclamó con un dejo de desesperación, su confesión estaba fracasando —¡mis sentimientos son auténticos!— añadió poniendo una mano sobre su pecho.
Ahora la conmocionada era ella...
—no puede ser...
—si puede ser— aseguró con seriedad.
—lo siento, Chat Noir...— respondió afligida.
Se sentía apenada con él en parte por haber subestimado sus sentimientos y por otra...
—no puedo corresponderte...— confesó en voz baja desviando la mirada de él —estoy enamorada de otra persona— añadió, la cara de Chat Noir se descompuso al instante. —no reacciona mucho a mis avances pero... Aún tengo la esperanza de que...
—¡¿estás hablando en serio?!— interrumpió sobresaltando a la chica. Él se levantó y caminó de un lado a otro impaciente —eso es ridículo— había bajado su tono pero su expresión reflejaba desdén, estaba desesperado —si actúa de esa manera es por que realmente no tienes oportunidad--
—¡ya basta!— dijo enojada —¡no quiero seguir escuchándolo!
~bip bip~
El prodigio de Ladybug indicaba que en un corto lapso de tiempo ella perdería su transformación.
—no quiero continuar con ésta conversación— sacó su yoyo y se aproximó a la orilla de donde se encontraba parada —perdóname, pero no siento lo mismo— dijo con frialdad, aún estaba molesta.
Aunque seguramente luego de ese coraje, se sentiría culpable por hablarle así y romper el corazón de sus compañero de esa forma.
—¡e-espera!— gritó estirando su brazo, pero ya era tarde, Ladybug, ya estaba saltando entre los edificios perdiéndose de vista por las iluminaciones de la ciudad.
El chico gato, se dio la vuelta, dirigiéndose a casa, con su corazón roto, repitiendo en su mente continuamente esas palabras que tanto dolor le causaban :
"lo siento gatito"
"amo a otra persona"
"No me rindo aún"
"No siento lo mismo por tí"—así que eso piensa...— susurró con un tono sonriendo sarcástico, mientras saltaba por las calles.
Ladybug tenía lágrimas en sus ojos, y soltaba levemente sollozos, no faltó mucho para llegar a casa y volver a su forma civilizada, fue de camino a su habitación.
—¿estás bien Brid?— preguntó Tikki preocupada.
—no...— se sentó en un rincón. —talvez fui muy dura con Chat, y... Es probable que nuestra relación cambie a causa de eso... Es lo que menos quiero— murmuró.
—tranquila, lo hiciste por Félix...— dijo el Kwami tratando de calmar a su amiga —puedes decirle luego a Chat Noir que lo sientes— le da una sonrisa cálida.
—si, gracias Tikki— embozó una sonrisa a lo que limpiaba las gotitas saladas que bañaban su rostro.
—no hay problema, por ahora es mejor que descanses— dijo dándole un abrazo con sus pequeñitos brazos
—si, buenas noches Tikki— dijo caminando a su cama para luego acostarse en ella—buenas noches Félix, y... Buenas noches Chat Noir...— dijo esto último en un susurro, para luego quedarse dormida.
Editado: 3/05/2017

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Dame Otra Oportunidad (Félix X Bridgette)
Fanfiction~Basado en Ladybug PV~ Félix descubrió finalmente que debajo de la máscara de Ladybug se encontraba Bridgette, la hermosa chica que por mucho tiempo lo había amado incondicionalmente. Sin embargo, como era de costumbre, el rubio siempre ignoró sus s...