María, Nicolás y Clara

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Ellos tres son compañeros de clase, ninguno de los otros dos sabe que a María perdió a su mejor amiga hace años, esto le otorgó un poder distinto a los ya conocidos, hace que unas pequeñas piedras flotantes disparen a su voluntad, puede crear piedras de distintos tamaños y su potencia varía proporcionalmente este, pero tiene un límite, piede crear muchas piedras pequeñas y de baja potencia, o también puede crear una gigante con grandísima potencia

Ellos salieron de la escuela, fueron al cine y la pasaron bien, pero cuando estaban de vuelta a casa, pasaron por un barrio un poco peligroso, en este se vieron acorralados, el asaltante tenía un arma, parecía drogado y escapando de algo, ellos sabían que si no cumplían sus exigencias este dispararía sin dudar, y quizás lo haría independiente de lo que hagan
-Vamos niñitos, vacíen sus bolsillos, si no lo hacen los mataré
Ellos lo hicieron, y cuando le pasaron todo, el empezó a pegarle patadas a Nicolás, y cuando Clara intentó interferir en la inhumana golpiza, el le pegó en la boca y ella empezó a sangrar, a lo que María se enfurece y empieza a hablar
-Ya, para
-Por qué? Nadie me puede hacer nada, estúpida niñita, soy yo el que tiene el arma
-Si no dejas tranquilos a mis amigos morirás
-Que piensas hacer estúpida- el ya está perdiendo la paciencia
-Tienes 3 segundos, 1, 2, 3
En ese momento aparece una pequeña piedrita al lado de ella, y esta dispara al criminal, un pequeño y breve rayo de energía que impacta y atraviesa limpiamente entre las cejas del criminal, todo esto mientras los otros dos la miran, el hombre se desploma
-Ya, vámonos, o podrían arrestarnos
-Tu, lo mataste?- dice Clara con voz temblorosa
-Cómo pudiste hacerle eso?- Preguntó Nicolás, con miedo y dudando de la realidad de los sucesos que acaba de presenciar
-Les explicaré todo, pero salgamos de aqui- Dice María sin titubear, con la voz firme
Los tres se van, pero se nota la gran desconfianza que expresan ante su amiga, que acaba de matar a un hombre

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